Regla, La Habana, marzo 5 de 2009 (SDP-ALAS) En Cuba como en muchos países del mundo abundan los que no tienen hogar y proliferan las personas con problemas mentales que deambulan por las calles.
Según conocedores del tema, a raíz de los fenómenos meteorológicos que azotaron a la isla en agosto y septiembre del 2008, el número de los sin tierra se ha incrementado. Gran cantidad de ellos piden limosnas en las calles.
En la concurrida calle Obispo, en el corazón de la Habana Vieja, muchos ancianos extienden sus manos para que los turistas que transitan les den algo para poder comer.
Otros que visiblemente están “mal de la cabeza”, rondan con sus perros, disfrazados de cualquier cosa. Pero todos persiguen el mismo objetivo, llevarse algo a sus estómagos hambrientos.
Duermen en aceras, muros o parques aunque sea invierno y haya mucho frío. Los vemos con sus ropas desarrapadas y hediondas, muchas veces nos damos cuenta que no se han bañado por días. Es frecuente encontrar a muchos en el pequeño malecón de Regla, el cual tiene unas escaleras que bajan al mar. Allí se mal lavan o bañan a sus perros.
Esta minoría está en total desamparo, pues simplemente, no le interesa al gobierno ni a nadie.
Cuando pregonan los “logros de la revolución en la economía, la salud y la educación”, ¿de qué logros hablarán?
Esperemos que algún día el gobierno cubano sea capaz de resolver esta penosa situación. Que atienda el hambre y las necesidades y este sector de la sociedad tan olvidado y marginado hoy. Esperemos que mañana tengan una mejor suerte.
primaveradigital@gmail.com
Según conocedores del tema, a raíz de los fenómenos meteorológicos que azotaron a la isla en agosto y septiembre del 2008, el número de los sin tierra se ha incrementado. Gran cantidad de ellos piden limosnas en las calles.
En la concurrida calle Obispo, en el corazón de la Habana Vieja, muchos ancianos extienden sus manos para que los turistas que transitan les den algo para poder comer.
Otros que visiblemente están “mal de la cabeza”, rondan con sus perros, disfrazados de cualquier cosa. Pero todos persiguen el mismo objetivo, llevarse algo a sus estómagos hambrientos.
Duermen en aceras, muros o parques aunque sea invierno y haya mucho frío. Los vemos con sus ropas desarrapadas y hediondas, muchas veces nos damos cuenta que no se han bañado por días. Es frecuente encontrar a muchos en el pequeño malecón de Regla, el cual tiene unas escaleras que bajan al mar. Allí se mal lavan o bañan a sus perros.
Esta minoría está en total desamparo, pues simplemente, no le interesa al gobierno ni a nadie.
Cuando pregonan los “logros de la revolución en la economía, la salud y la educación”, ¿de qué logros hablarán?
Esperemos que algún día el gobierno cubano sea capaz de resolver esta penosa situación. Que atienda el hambre y las necesidades y este sector de la sociedad tan olvidado y marginado hoy. Esperemos que mañana tengan una mejor suerte.
primaveradigital@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario