Prisión Combinado del Este, La Habana, marzo 5 de 2009, (SDP) Si Fidel Castro dio la orden de hundir al remolcador ‘13 de Marzo’ y de esta forma, asesinó a mujeres, niños y hombres indefensos. Si el gobierno cubano, como respuesta represiva niega la autorización a salir de la Isla, a los hijos de los médicos que escapan del régimen, cuando prestan sus servicios en el exterior. A nadie debe quedarle dudas sobre lo que son capaces de hacer en términos de represión política.
Hecho este preámbulo, paso a relatar una de las últimas incidencias. Mi hijo menor, tuvo problemas con otro muchacho mayor que él. Pocos días después, el referido muchacho le ocasionó heridas de consideración con un machete, a otro joven amigo de mi hijo. Lo preocupante de esto es, que soy opositor al régimen cubano, estoy preso por razones políticas y de conciencia y además: No acepto mi libertad a cambio de canje vergonzoso por los cinco espías convictos y presos en los Estados Unidos. Con uno de ellos, convicto y condenado por conspirar para asesinar a los pilotos de Hermanos al Rescate.
El muchacho lesionado es sobrino de una estomatóloga que desertó desde Venezuela, cuando prestaba sus servicios en este país, a partir de convenios suscritos entre Venezuela y Cuba. Esto en mi opinión, es hostigamiento político. No tengo la menor duda y responsabilizo a Raúl Castro, a los oficiales del Departamento 21 de la policía de Seguridad del Estado, que se dan a conocer como Samper y Tamayo. Estos dos últimos esbirros, además, dan órdenes de arrastrar mujeres indefensas al amparo de la noche.
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