jueves, 6 de agosto de 2009

¿MÁS DE LO MISMO?, Pablo Pacheco Ávila




Prisión Provincial Canaletas, Ciego de Ávila, 6 de agosto de 2009, (SDP) Cerradas las cortinas del 7mo Pleno del Comité Central del Partido, vi por televisión intervenciones del presidente de la república, general de ejército Raúl Castro Ruz. Dije en un principio que me parecía más pragmático que su hermano, más práctico a la hora de tomar decisiones e incluso mucho menos ofensivo a la hora de prestar declaraciones, que otros líderes del gobierno cubano.

Debo aclarar que siempre he tenido por norma, reservar el beneficio de la duda a los políticos. Tanto a los de izquierda, como a los de derecha.

En cada visita familiar, me pongo al tanto de lo difícil que resulta la sobrevivencia para el cubano de a pie. Si existe algo que en estas condiciones me haga feliz, es que al menos en las declaraciones retóricas, Raúl Castro y otros delegados dicen cosas similares a las que sirvieron para que a mí y a mis compañeros, nos lanzaran a prisión.

Nunca estuvimos errados. Espero que un día el gobierno invite a los disidentes abiertos que quieran participar en estas asambleas. No somos leprosos, parias y mucho menos mercenarios. Tenemos ideas. Pero sobre todo, amamos a esta tierra hasta el tuétano de nuestro ser. Es hora de no alzar la mano si no se está de acuerdo. Hay que gritar cuando otros callan por cobardía, o peor, por conservar una posición ventajosa.

Me siento orgulloso por ser un prisionero de conciencia. Paso por alto la crítica, que hacen mis detractores sobre si me estoy volviendo comunista. Amo a Cuba y por ella ningún sacrificio es grande.

Espero y veremos si el tiempo me da la razón o no, que los cubanos todos aceptemos un diálogo nacional sin reservas. Con el pensamiento puesto en el destino de la nación sin depender de los Estados Unidos, Rusia o la rica Venezuela.

Anoche soñé que en Cuba no existían presos políticos. Sentí tanta alegría que no puedo describirla. Pienso que la principal libertad del ciudadano es conocer sus derechos. Ahora el gobierno tiene el deber, porque tienen el poder. Deben publicar la constitución de la república y no deben desdeñar la de 1940. Publiquen el Código Penal, la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Nadie la quiere como dádiva, prefiero comprarla.

Los procesos históricos tienen su encanto. Pero vivir de la historia es hacerlo bajo una espada de Damocles. Ojala que este Pleno del Partido Comunista aporte lo que la mayoría verdaderamente quiere y necesita. No se puede olvidar que una joven puede ser irresistiblemente bella, pero toda la vida no perdurará su encanto.
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