Arroyo Naranjo, La Habana, marzo 5 de 2009, (SDP). Afortunadamente el doble campeón mundial y olímpico de boxeo amateurs, el cubano Guillermo Rigondeaux Ortiz, volverá a las cuerdas.
Al menos por ahora no vestirá short y camiseta con los colores de la insignia nacional. Tampoco tendrá que dedicarle, de dientes para afuera y ante las cámaras de televisión, la medalla al Comandante Fidel Castro.
Rigondeaux y Erislandy Lara Santoya, protagonizaron un intento de deserción en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007. Desde hace algunos años, una empresa promotora alemana le ha servido de trampolín a algunos boxeadores cubanos, prestos a experimentar sus habilidades en el boxeo rentado.
Rigondeaux y Lara abandonaron el calendario panamericano y estuvieron apartados de la selección nacional alrededor de doce días. Fueron sorprendidos por la policía brasileña en el balneario de Cabo Frío, en las inmediaciones de Río de Janeiro. Con presteza, los agentes de la inteligencia cubana y los comisarios del deporte, se encargaron del retorno a la isla y su inmediata exclusión del equipo nacional de boxeo.
A pesar de que Erislandy Lara y Guillermo Rigondeaux mostraran su arrepentimiento en una entrevista realizada por la periodista Julia Osendi, y que leída en los informativos de la televisión cubana, el comandante Fidel Castro los acusó de traidores en una de sus reflexiones.
Después de una larga pausa, algo más de un año, la oportunidad nunca llegó. La “sugerencia” de Fidel Castro fue acatada, a los pugilistas nunca se les debería permitir regresar al deporte activo.
El primero en escapar hacia el exilio por el atajo secreto fue Erislandy Lara. La prensa oficial, juez y parte en el incidente de Río de Janeiro, esta vez guardó silencio. Guillermo Rigondeaux está en Miami desde el lunes 23 de febrero, representado por Luís de Cubas, agente de Arena Box Promotions en Estados Unidos. El oficialismo y la prensa aún no quieren enterarse.
Con el doble campeón mundial y olímpico de los pesos gallos (54Kg), también desertaron los pugilistas Yudier Dorticós, Judel Johnson y Yordanis Despaigne.
Para quienes quedan marginados o excluidos por causa política en cualquier disciplina deportiva, escapar hacia otros escenarios clasifica entre sus prioridades.
Guillermo Rigondeaux Ortiz se suma a la escuadra de cubanos que ya peina de arriba hacia abajo los cuadriláteros del boxeo rentado. Yuriorkis Gamboa y Odlanier Solís ya son figuras en el profesionalismo. Ellos también vistieron las camisetas del equipo Cuba.
odelinalfonso@yahoo.com
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