jueves, 18 de junio de 2009

CAMBIOS Y NOVEDADES, EDITORIAL Nro. 73


Hemos sabido por personas de cuya buena voluntad no cabe dudar, que la prensa nacional independiente debe cambiar. Que pudiera suceder que detrás de las dificultades que afronta CubaNet, esté la supuesta incapacidad de este medio para evolucionar, que por esto pudiera quedar rezagado y fuera del juego cubano.

Amigos que pasan, diplomáticos muy bien intencionados, extranjeros y observadores de todo tipo, coinciden que ciertamente la prensa independiente en general y CubaNet en particular, debe cambiar. Lo fundamental es como llevar cualquier cambio a vías de hecho, si las alternativas se colocan fuera del alcance de esos que deben llevarlo a cabo.

Entidades, personas y organizaciones que supuestamente apoyan a la sociedad civil cubana cuando abordan el tema de la prensa nacional independiente, parten del presupuesto de desconocer el trabajo realizado. Crean novedades en las que invierten recursos en abundancia. Prefieren apostar por estrenar factores nuevos y desconocidos. Pasan por alto el aval de trabajo y sacrificio acumulado, cosa que no parece interesarles mucho.

Hemos descubierto con sorpresa que para algunos periodistas y otros viajeros, que han pasado en efímeras visitas, los periodistas independientes de CubaNet no dan su rostro para realizar su trabajo. Es decir, son nombres que no vienen respaldados por un rostro, firmas sin peso que pudieran ser en el mejor de los casos, seudónimos.

No los conocen, salvo por contadas y honrosas excepciones que consiguieron saltar con redes protegidas o no al espacio mediático. Esto hubiera podido evitarse sólo con colocar la foto de cada periodista con su trabajo. Según datos de la Asociación Pro Libertad de Prensa -APLP-, no existe antecedente de periodista independiente en Cuba que se niegue a dar su rostro y a responsabilizarse con su trabajo.

Sin dudas, de invertirse en estos ‘desconocidos’, parte de los recursos empleados en novedades de las que hoy nadie se acuerda, otro hubiera sido el cantar. Para nadie es secreto a cuánto asciende la inversión de lanzar una figura o un proyecto ‘esperanzador’ al espacio mediático. O los cabildeos y recursos necesarios para premiar. Cuesta mucho dinero y recursos en propaganda y ‘otros detalles’ el lanzamiento de cualquier cosa que se quiera vender o promover en el mercado político o mediático.

El caso es que la justicia, al menos por el momento, debe ser conquistada desde todas las desventajas. Lo mismo para CubaNet, que dicen que requiere cambios y novedades, para sus periodistas que para la tierra cubana, una Isla rodeada de agua, tiburones y depredadores de todo tipo, calibre e ideología.
SDP

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