jueves, 25 de junio de 2009

LOS FLAUTISTAS NO GRADUADOS, Guillermo Fariñas Hernández



La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 25 de junio del 2009, (SDP) Dentro del estamento que conforma la prostitución en Cuba, existe uno que es marcadamente lacerante de aceptar por hombres y mujeres porque va contra la ética machista que prima al interior de la sociedad anómala-totalitaria impuesta en la isla.

Estos prostitutos y prostitutas cubanos son del sexo masculino y en menor medida del femenino, pero su principal característica es su marcada juventud. Casi siempre sus edades fluctúan entre los 15 y los 30 años de edad, pero tienen la primacía los más jóvenes.

Uno de sus rasgos generalizadores es su acentuado rechazo a tratar de prosperar material y espiritualmente dentro del país, porque dejaron de creer en el sistema. Estos comerciantes del sexo son disidentes del régimen castrista, pero su rechazo se debe a que tienen una mentalidad capitalista en el socialismo. Muchos de estos novatos consideran que nacer en Cuba es la peor desgracia que les pudo ocurrir en la vida como personas. Entienden que venir al mundo en la isla es lo más parecido a ser enviado al purgatorio, minuciosamente descrito por la literatura y los escritos cristianos.

En el argot popular de las capas marginales de la sociedad cubana se les apoda “Los Flautistas”, cual modo burlesco de aludir a la dinámica del tráfico de caricias en el que se ven involucrados, que dentro del conjunto del meretricio isleño, es algo considerado toda una auténtica peculiaridad.

La ciudad de Santa Clara, por su ubicación en la región central de Cuba, posee dos puntos de referencia para ejercer esta singular prostitución por unos 25 pesos cubanos convertibles (CUC). Son ellos los servicentros sobre la Autopista Nacional conocidos como “259” y “271”. Allí regularmente acuden una gran gama de jovencitos a chupar el pene a turistas extranjeros, fundamentalmente de naciones de la Unión Europea y Canadá. Aunque por lo general este es el prototipo de servicio erótico que en ese sitio se solicita y se entrega, estos intercambios pueden derivar en otras entregas corporales.

Durante los últimos tiempos, esta práctica ha dejado de tener un carácter exclusivamente homosexual al introducirse también meretrices femeninas, para que la oferta sea también heterosexual. Algunos proxenetas expertos que promocionan estas compraventas, afirman que el servicio ahora es “unisex”.

Con las redadas policiales encabezadas por el teniente coronel Francisco Darías, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria en el municipio Santa Clara, tan solo se ha logrado enviar a unos pocos a prisión. Pero la represión sin mejorar los dividendos económicos de estos adolescentes frustrados no ha conseguido detenerlos.

Para evadir los recurrentes cercos policiales, aplican la tecnología de la informática y las telecomunicaciones. Si los gendarmes cuentan con walkie-talkie, los alcahuetes y prostitutos poseen lo último en teléfonos móviles.

Mancillar la supuestamente impoluta moral revolucionaria de este sector juvenil afecta la imagen de la revolución cubana. Mas los métodos punitivos para extirpar el mal no darán los buenos resultados esperados. Sin darse cuentan, tiran por tierra la esperanza de crear al “hombre nuevo” del comunismo.

Dice un irónico octogenario nombrado Matías Cantero, que reprimir a estos sui generis prostitutos siempre será en balde mientras el contexto económico-social no sea mejorado por quienes ejercen el poder. Por lo pronto, gobernantes y represores deben acostumbrarse a los flautistas no graduados en ninguna escuela de música.
cocofari62@yahoo.es

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