(Fragmento de catarsis)
Mi experiencia con Martica y el duro Período Especial me hicieron comprender cuáles cosas en esta vida son peligrosas para mi plan de convertirme en escritor y huir de esta isla maldita:
1. El sexo.
2. El dinero.
3. Los estados alterados de la conciencia.
4. Confiar en los demás.
5. Algunas pequeñeces que, unidas, conforman grandes trampas para quedarme jodido para siempre.
Tal vez lo más principal surgió en mí como una segunda naturaleza y no tengo que esforzarme para lograrlo porque se manifiesta de modo natural. Cuando alguien me habla, y ese alguien abarca toda la escala humana (desconocidos, conocidos, amigos, enemigos, familiares), todo cuanto me dicen a la velocidad de la luz lo reviso y valoro cuanta vinculación puede tener conmigo el asunto del que se habla, aunque yo no sea el sujeto, y sobre la base del resultado obtenido rápidamente, hablo, respondo, doy mi opinión.
Esto significa que ya no soy el Ramón de aquellos tiempos idos, que cuando hablaba no tenia en cuenta absolutamente nada. Actualmente toda la vida manifestada para mí está en una completa armonía, y todos los caminos se unen al cabo de un determinado tiempo. Entonces el secreto consiste en vivir un poco fuera de mí mismo, observándome cómo me comporto ante los demás. Para mí los temas carentes de importancia ya no existen. Todo es importante. Todo es fundamental. Todo es básico. Y nada es inocente.
ramon597@correodecuba.cu
1. El sexo.
2. El dinero.
3. Los estados alterados de la conciencia.
4. Confiar en los demás.
5. Algunas pequeñeces que, unidas, conforman grandes trampas para quedarme jodido para siempre.
Tal vez lo más principal surgió en mí como una segunda naturaleza y no tengo que esforzarme para lograrlo porque se manifiesta de modo natural. Cuando alguien me habla, y ese alguien abarca toda la escala humana (desconocidos, conocidos, amigos, enemigos, familiares), todo cuanto me dicen a la velocidad de la luz lo reviso y valoro cuanta vinculación puede tener conmigo el asunto del que se habla, aunque yo no sea el sujeto, y sobre la base del resultado obtenido rápidamente, hablo, respondo, doy mi opinión.
Esto significa que ya no soy el Ramón de aquellos tiempos idos, que cuando hablaba no tenia en cuenta absolutamente nada. Actualmente toda la vida manifestada para mí está en una completa armonía, y todos los caminos se unen al cabo de un determinado tiempo. Entonces el secreto consiste en vivir un poco fuera de mí mismo, observándome cómo me comporto ante los demás. Para mí los temas carentes de importancia ya no existen. Todo es importante. Todo es fundamental. Todo es básico. Y nada es inocente.
ramon597@correodecuba.cu
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