Plaza, La Habana, Jueves 18 de junio de 2009, (SDP) En Vuelta del Caño, todas las mañanas la vieja mujer de Pepe sintoniza Radio Granma para oír los mensajes de facilitación social. A través de ese espacio radial, la Pepa y los vecinos de la comunidad, en la periferia de Manzanillo, reciben mensajes de parientes, familiares y amigos.
La emisora regional con su programa matinal facilita una información a los poblanos, que por problemas de distancia, ausencia de telefonía u otras razones, no obtendrían.
En el espectro postmoderno, las visiones mas asentadas para el trabajo social se relacionan con los conceptos red, comunidad, comunicación. Esas palabras se convierten en eje importante del pensamiento de las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) de las naciones poliárquicas y de los programas de ayuda de las naciones ricas a las naciones en vías de desarrollo.
En la mayoría de las naciones en vías de desarrollo, las redes de comunicadores comunitarios permiten llevar el mensaje directo a las poblaciones con menos recursos a través de las radios comunitarias, así como permite organizar a las pequeñas comunidades para alcanzar objetivos que permitan mejorar su nivel de vida. Lo más liberal del pensamiento gubernamental aprovecha esa tendencia.
En la Antilla Mayor, se desarrollan radioemisoras comunitarias en muchas oportunidades a nivel de Municipio, como Radio Maboa, en Amancio Rodríguez, provincia Las Tunas o la Televisión Serrana, en la provincia Granma.
El nivel de calificación del personal implicado goza de estatura intelectual y profesional, vinculado a la esfera del arte y la comunicación social, además de pertenecer a esas comunidades y regiones. Su palmarés muestra un amplio nivel de premios internacionales y de avances en los últimos veinte años.
El objetivo manifiesto de estos proyectos es mostrar una visión comunitaria o regional, donde los vecinos se vean reflejados. Sin embargo, en nuestro contexto, la tarea fundamental de estas radios y tele emisoras, es ser poleas de trasmisión del pensamiento de la elite gobernante. Para eso reciben atención, control y monitoreo especial desde el departamento ideológico del Comité Central comunista y de su jefe, el Coronel Alfonso Borges.
En el 2002, organizaciones prodemocráticas organizaron la Coalición Dialogo Pro-Derechos, que intentaba la instalación de promotores de derechos humanos en las comunidades de la isla. El diseño original del proyecto concebía la instalación de Casas Municipales, donde se establecería un pequeño centro de información para su promoción. El proyectó realizó un curso de una semana, con demócratas de toda la isla. Sin embargo, problemas organizativos, de visión estratégica y de gestión de recursos humanos y materiales, llevó a la evaporación del propósito.
En mayo de 2009, surge en la Habana la Red de Comunicadores Comunitarios con la intención de “crear” periodistas o relatores, que narren los diferentes incidentes que ocurren en los barrios y municipios.
La idea, excelente en su revelación, presenta dos barricadas que de ser superadas, pudieran mejorar y profundizar el trabajo de las fuerzas cívicas y prodemocráticas de la nación. Además, propiciaría una cantera de nuevos profesionales para el periodismo independiente.
La primera de esas barreras es la incapacidad de los dos promotores principales de culminar exitosamente los proyectos que comienzan y el excesivo protagonismo mediático que los anima.
Esto último los involucró en incidentes que sirven a los conservadores comunistas para atacar a las fuerzas democráticas a través de sus campañas de difamación. Una de las primeras actividades de la “red”, culminó en enfrentamiento con la policía y al menos dos contusionados leves entre los civiles.
Pero lo más apremiante es la tendencia del tándem gestor del proyecto a no desarrollar estrategias coherentes de desarrollo de diseños. En los últimos años vimos como excelentes ideas como la Asociación de Economistas Independientes, el Partido Socialdemócrata, La Asamblea para promover la Sociedad Civil, el Congreso de Bibliotecas Independientes, terminaron en una disolución insepulta. A ese listado se le pudiera unir la Agenda para la Transición, de donde salieron para la recién creada organización al perder protagonismo.
Un análisis de estas condicionantes, además del poco valor que los animadores dan a la Gestión del Conocimiento, hace comprensible la poca duración que tendrá esta propuesta tan interesante y necesaria.
aleagapesant@yahoo.es
La emisora regional con su programa matinal facilita una información a los poblanos, que por problemas de distancia, ausencia de telefonía u otras razones, no obtendrían.
En el espectro postmoderno, las visiones mas asentadas para el trabajo social se relacionan con los conceptos red, comunidad, comunicación. Esas palabras se convierten en eje importante del pensamiento de las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) de las naciones poliárquicas y de los programas de ayuda de las naciones ricas a las naciones en vías de desarrollo.
En la mayoría de las naciones en vías de desarrollo, las redes de comunicadores comunitarios permiten llevar el mensaje directo a las poblaciones con menos recursos a través de las radios comunitarias, así como permite organizar a las pequeñas comunidades para alcanzar objetivos que permitan mejorar su nivel de vida. Lo más liberal del pensamiento gubernamental aprovecha esa tendencia.
En la Antilla Mayor, se desarrollan radioemisoras comunitarias en muchas oportunidades a nivel de Municipio, como Radio Maboa, en Amancio Rodríguez, provincia Las Tunas o la Televisión Serrana, en la provincia Granma.
El nivel de calificación del personal implicado goza de estatura intelectual y profesional, vinculado a la esfera del arte y la comunicación social, además de pertenecer a esas comunidades y regiones. Su palmarés muestra un amplio nivel de premios internacionales y de avances en los últimos veinte años.
El objetivo manifiesto de estos proyectos es mostrar una visión comunitaria o regional, donde los vecinos se vean reflejados. Sin embargo, en nuestro contexto, la tarea fundamental de estas radios y tele emisoras, es ser poleas de trasmisión del pensamiento de la elite gobernante. Para eso reciben atención, control y monitoreo especial desde el departamento ideológico del Comité Central comunista y de su jefe, el Coronel Alfonso Borges.
En el 2002, organizaciones prodemocráticas organizaron la Coalición Dialogo Pro-Derechos, que intentaba la instalación de promotores de derechos humanos en las comunidades de la isla. El diseño original del proyecto concebía la instalación de Casas Municipales, donde se establecería un pequeño centro de información para su promoción. El proyectó realizó un curso de una semana, con demócratas de toda la isla. Sin embargo, problemas organizativos, de visión estratégica y de gestión de recursos humanos y materiales, llevó a la evaporación del propósito.
En mayo de 2009, surge en la Habana la Red de Comunicadores Comunitarios con la intención de “crear” periodistas o relatores, que narren los diferentes incidentes que ocurren en los barrios y municipios.
La idea, excelente en su revelación, presenta dos barricadas que de ser superadas, pudieran mejorar y profundizar el trabajo de las fuerzas cívicas y prodemocráticas de la nación. Además, propiciaría una cantera de nuevos profesionales para el periodismo independiente.
La primera de esas barreras es la incapacidad de los dos promotores principales de culminar exitosamente los proyectos que comienzan y el excesivo protagonismo mediático que los anima.
Esto último los involucró en incidentes que sirven a los conservadores comunistas para atacar a las fuerzas democráticas a través de sus campañas de difamación. Una de las primeras actividades de la “red”, culminó en enfrentamiento con la policía y al menos dos contusionados leves entre los civiles.
Pero lo más apremiante es la tendencia del tándem gestor del proyecto a no desarrollar estrategias coherentes de desarrollo de diseños. En los últimos años vimos como excelentes ideas como la Asociación de Economistas Independientes, el Partido Socialdemócrata, La Asamblea para promover la Sociedad Civil, el Congreso de Bibliotecas Independientes, terminaron en una disolución insepulta. A ese listado se le pudiera unir la Agenda para la Transición, de donde salieron para la recién creada organización al perder protagonismo.
Un análisis de estas condicionantes, además del poco valor que los animadores dan a la Gestión del Conocimiento, hace comprensible la poca duración que tendrá esta propuesta tan interesante y necesaria.
aleagapesant@yahoo.es
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