jueves, 11 de junio de 2009

LAS TRAMPAS DE LA GLORIA, Pablo Pacheco Ávila





Prisión Provincial Canaletas, Ciego de Ávila, 11 de junio de 2009, (SDP) La historia demuestra que sólo los que perseveran, triunfan. En ocasiones, el premio a la perseverancia se convierte en un arma de doble filo. El gobierno de La Habana ha lanzado una campaña sin precedentes contra la Organización de Estados Americanos (OEA). Los amigos incondicionales, ni cortos ni perezosos, se han sumado a la campaña.

Estos amigos olvidan que son miembros de este organismo continental y que la mancha que sobre este caiga, les afectará a todos por igual. Espero que La Habana no menosprecie la oportunidad que se le brinda, al ser revocada la cláusula que en 1962 expulsó a Cuba de esa organización.

Las autoridades de la Isla deben mirar con óptica diferente el futuro del país. Existe una regla que viene hoy por hoy como anillo al dedo: Ayuda si quieres que te ayuden. No me refiero a enemigos internos o externos, cubanos somos todos. No por eso, tenemos que pensar igual. En la diversidad, está la razón.

Hace unas semanas, escuché a varios funcionarios gubernamentales, incluido el presidente Raúl Castro Ruz, decir que liberar presos políticos, era un gesto de buena voluntad con los ¡Estados Unidos! Que barrabasada más grande. Cualquier medida que beneficie a un cubano, si es un gesto de buena voluntad. Es un hecho innegable, pero no con los extranjeros, con los cubanos.

Existen condiciones favorables para el porvenir de América. Muchos gobiernos en el poder, son de tendencia de izquierda y muy amigos del régimen cubano. Pero no he logrado escuchar el irreverente ‘patria o muerte venceremos’. Aclaro: Algunos de estos países aclaman el socialismo, pero con matices diferentes al exportado por la ex Unión Soviética a este pequeño caimán bañado por las aguas del Caribe.

Ahora habrá que esperar por la respuesta cubana en un futuro. Ver si al fin aceptan ingresar en la OEA y respetar los principios democráticos plasmados en la Carta Magna del organismo. Los tiempos que corren son para mirar al futuro. La OEA mira al bien de esta Isla y de los cubanos. La Habana debe aceptar este reto. Son muchos años de aislamiento por x o por y.

Desde mi perspectiva veo el movimiento de Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros con aciertos y desaciertos, pero con un pensamiento afirmado en el bien común. Quizás con el patrocinio de esos gobiernos amigos, el gobierno cubano se involucre en una trampa con sabor a gloria en la OEA, que beneficie a más de once millones de cubanos ávidos de libertad y prosperidad.
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