El Vedado, La Habana, junio 18 de 2009 (SDP) El concepto de democracia ha evolucionado desde su origen en Grecia hasta nuestros días. Al mismo tiempo, ha sido manipulado principalmente por los regímenes totalitarios.
¿Cómo puede identificarse una verdadera democracia?
Esta tiene varios elementos que la identifican como son la transparencia, la tolerancia y el consenso.
Para alcanzar la democracia no basta con cambiar de régimen, sino que desde antes, deben crearse los fundamentos ideológicos y culturales que permitirán su afianzamiento y desarrollo. Una buena parte de estos fundamentos los crea la sociedad civil. Aún en el mismo seno del totalitarismo, es vital la existencia de los diferentes partidos, movimientos y organizaciones que aunque coartados, van formando la conciencia social.
La democracia no puede imponerse por decreto, el ciudadano debe aprender poco a poco a lidiar con situaciones que son totalmente desconocidas en el totalitarismo.
El libre flujo de las ideas es un fenómeno que comprende en si los tres elementos antes mencionados. La emisión de ideas que atañen a toda o una parte de la sociedad, requiere de transparencia suficiente para poder ser sometida a la crítica y al debate. Se debe hacer uso de la tolerancia hacia las ideas ajenas y atender no a la imposición de la voluntad de minorías o mayorías, sino al consenso logrado en el libre interactuar de las fuerzas sociales, esto es: estado y sociedad civil.
Sin una sociedad civil desarrollada no es posible la existencia de una democracia. Los sindicatos, clubes, partidos, movimientos civiles, periodistas, empresarios privados, entre otros, componen la sociedad civil. Ellos son el sustento de la democracia.
Es necesario desarrollar la buena voluntad para permitirnos hablar y también escuchar y confiar en los demás.
La democracia es un proceso que suele tener logros y contratiempos en su desarrollo. No es perfecta, pero sí perfectible con la participación de todos.
primaveradigital@gmail.com
¿Cómo puede identificarse una verdadera democracia?
Esta tiene varios elementos que la identifican como son la transparencia, la tolerancia y el consenso.
Para alcanzar la democracia no basta con cambiar de régimen, sino que desde antes, deben crearse los fundamentos ideológicos y culturales que permitirán su afianzamiento y desarrollo. Una buena parte de estos fundamentos los crea la sociedad civil. Aún en el mismo seno del totalitarismo, es vital la existencia de los diferentes partidos, movimientos y organizaciones que aunque coartados, van formando la conciencia social.
La democracia no puede imponerse por decreto, el ciudadano debe aprender poco a poco a lidiar con situaciones que son totalmente desconocidas en el totalitarismo.
El libre flujo de las ideas es un fenómeno que comprende en si los tres elementos antes mencionados. La emisión de ideas que atañen a toda o una parte de la sociedad, requiere de transparencia suficiente para poder ser sometida a la crítica y al debate. Se debe hacer uso de la tolerancia hacia las ideas ajenas y atender no a la imposición de la voluntad de minorías o mayorías, sino al consenso logrado en el libre interactuar de las fuerzas sociales, esto es: estado y sociedad civil.
Sin una sociedad civil desarrollada no es posible la existencia de una democracia. Los sindicatos, clubes, partidos, movimientos civiles, periodistas, empresarios privados, entre otros, componen la sociedad civil. Ellos son el sustento de la democracia.
Es necesario desarrollar la buena voluntad para permitirnos hablar y también escuchar y confiar en los demás.
La democracia es un proceso que suele tener logros y contratiempos en su desarrollo. No es perfecta, pero sí perfectible con la participación de todos.
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