jueves, 11 de junio de 2009

REUNIÓN ILICITA Amarilis C. Rey



Managua, La Habana junio 11 de 2009 (SDP) El último viernes del mes de mayo, un grupo de periodistas independientes pretendía reunirse en la vivienda de uno de sus colegas, el comunicador José A. Fornaris.

Existía la propuesta de que uno de los invitados al encuentro, el abogado Wilfredo Vallín Almeida, conversara con los presentes sobre la Ley 88, contemplada en el Código Penal cubano y conocida también como ley mordaza por sus características de total censura a la libertad de expresión.

Ese día también la conocida bloguera Yoani Sánchez estaba invitada a participar e incluso conocer a personas que aún desde diferentes aristas, defienden un objetivo común: el derecho a la libertad de expresión

A altas horas de la noche del jueves, la Policía Política visitó la casa del Dr. Vallín para prevenirle que no asistiera al encuentro porque no sería permitido por ese órgano represivo.

Al día siguiente, un operativo de agentes vestidos de civil y policías uniformados trataban de impedir esta actividad entre personas que en su mayoría, pertenecen a la Asociación Pro Libertad de Prensa.

La APLP desde su creación, hace varios años, lucha por ser reconocida por el Ministerio de Justicia de acuerdo a lo establecido en la ley de asociaciones y solo se ha obtenido el silencio por respuesta.

A pesar de todo, la cita se materializó con algunos de los que normalmente participan de estas tertulias acerca de la actualidad, pero calificadas de reunión ilícita por los agentes de la Seguridad del Estado.

José Fornaris, quien preside esta no legalizada organización, comentó: “Estos son encuentros entre amigos, que para nada son secretos o conspirativos, se realizan una vez al mes, para conversar libremente sobre los temas escogidos por el grupo. El régimen, como es débil, se siente constantemente amenazado por hechos que son normales y lógicos en la inmensa mayoría de los países del mundo, por lo que responde agrediendo”.

La constitución de 1976 asegura que Cuba es una república unitaria y democrática donde se disfruta de libertad política y justicia social…

A su vez, la televisión nacional presenta constantemente un spot propagandístico donde se asegura que la diversidad es natural, y otros medios hablan de la unidad dentro de la diversidad.

Al parecer, estas opiniones no se enmarcan dentro de los derechos a opinar y a pensar políticamente diferente a la línea oficial del gobierno, que hacia el exterior siempre reclama respeto por los derechos de los seres humanos.

Quienes viven dentro de Cuba, conocen que opinar puede ser un acto contra los poderes del estado. Los periodistas independientes que se reúnen para dar sus opiniones libremente saben no obstante que ejercen un derecho natural. Muchos aseguran no transgredir ninguna ley al encontrarse para manifestar su preocupación por la situación que existe en el país. Y agregan: “Ocuparse y preocuparse por Cuba es un asunto que atañe a todos los cubanos.”
amarilisrey@yahoo.com


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