jueves, 6 de agosto de 2009

LA PRENSA CUBANA EN MEDIO SIGLO (II), Lucas Garve


Mantilla, La Habana, 6 de agosto de 2009, (SDP-Fundación para la Libertad de Expresión)
Toda la prensa quedó en manos del gobierno y se impuso la censura totalitaria. El diario Granma, fundado en el 1965, órgano del Partido Comunista y el Juventud Rebelde, de la Juventud comunista, creado poco después en octubre del propio año, constituyeron los principales portavoces de la ideología comunista.

Esta política de prensa fue ratificada años más tarde, cuando el Primer Congreso del Partido Comunista, en su Plataforma Programática expuso que sería el “documento rector para todo el trabajo del partido… su principal instrumento ideológico y su bandera de combate”.

Mientras en el apartado 105, acerca de la prensa, consignaba lo siguiente: “El Partido prestará una orientación y atención sistemática a los órganos de difusión masiva y promoverá la participación entusiasta y creadora de todos los trabajadores que laboran en ellos, apoyándose en los comunistas y en la actividad del movimiento sindical…”

En la Tesis sobre los medios de difusión masiva, aprobada en el primer Congreso del PCC, se expone lo siguiente: “En el socialismo, los medios de difusión masiva forman parte y complementan un proceso de comunicación con las masas que se realiza cotidianamente mediante las estructuras del Partido, el Estado, la UJC y las organizaciones de masas, (…)
Por su capacidad de difusión, los medios tienen la función de ampliar, generalizar y enriquecer el contenido de este proceso, al que aportan sensiblemente en lo que concierne a la información nacional e internacional, y asumir responsabilidades específicas de carácter educativo, organizativo, movilizador y recreativo”.

Por su parte, la Constitución de 1976 sancionó: “Se reconoce a los ciudadanos libertad de palabra y de prensa conforme a los fines de la sociedad socialista”. Con estas palabras quedaban atados los lazos de la libertad de expresión y la oscuridad de la mentira cayó sobre los lectores.

Evidentemente, el rol público de informar de la prensa quedó circunscrito al papel de portavoz de una organización política nacional, la cual domina, controla y manipula la información a su conveniencia.

Asimismo, impusieron un nuevo concepto de periodismo al decir que “el periodismo es una de las vías que tienen los trabajadores para desarrollar un forma de pensar y de trabajar en la nueva sociedad que están construyendo, para aprender una serie de principios y conceptos dirigidos a ese objetivo”.

Borraron toda la tradición de la prensa cubana, con sus características particulares, que la hizo una de las mejores del hemisferio para, en su lugar, implantar las ideas leninistas sobre la prensa. En un folleto sobre La noticia integral, escrito por José A. Benítez, se observan numerosas menciones a Lenin y unas 9 citas de un folleto del líder ruso intitulado “Acerca de la prensa”. Según el pensamiento de Lenin, la prensa servía únicamente para expresar la orientación marxista del Partido que éste imponía a la sociedad.

Más claro, se expone en el mencionado folleto el papel que la prensa jugará en el proceso de adoctrinamiento cuando dice “una de las metas principales de los medios de información revolucionarios fue liberar a los trabajadores del pasado de dominación que en el terreno de la educación y la cultura el régimen burgués había sumido al pueblo”.

Consideran además que el dominio de la doctrina marxista- leninista por los periodistas “es indispensable para la educación de los trabajadores, desde el punto de vista económico, social, político.”

En pocas palabras, el papel de la prensa en estos cincuenta años ha sido el de borrar los hechos que convirtieron a Cuba antes del 59 en un país que ocupaba un lugar destacado entre los países del hemisferio en muchos sectores. Particularmente, en el sector de los medios masivos de difusión, la isla antillana siempre ocupó un lugar destacadísimo.

Desde el punto de vista técnico, también entronizaron ciertos cambios. Uno de ellos, quizás, el más visible, fue el de la noticia integral, la que consistió en completar cualquier tipo de información con las ideas políticas expresadas en las tesis del Congreso del PCC. Precisamente, la definieron de esta forma: “Por información o noticia integral debemos entender aquella que destaca lo verdaderamente significativo de los hechos, la que aclara la visión correcta de las cosas que ocurren, la que pone al individuo al alcance del proceso revolucionario de nuestros tiempos, proyecta las claves de la historia y transmite a los trabajadores elementos de la cultura y de la educación”.

Esto significa que toda información deberá llevar una complementación que políticamente la adapte a las ideas, conceptos, criterios partidistas.
garvecu@yahoo.com

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