Miami, 4 de junio de 2009, (SDP) CubaNet se encuentra sin fondos. Los periodistas independientes que tributan a esa página su trabajo, (la mayoría) no reciben absolutamente nada desde hace dos meses. Pasan hambre. Esto es muy grave.
Desde 1994, en que salieron desde Cuba los primeros despachos, la prensa nacional independiente jamás se ha detenido. Desde aquellos momentos, CubaNet sostiene el peso fundamental de este movimiento civil. El más fuerte y el más exitoso. O al menos, uno de los pocos cuantificables de forma periódica en sus resultados.
Mientras, ciertos sectores de la clase política nacional opositora crean proyectos, que al final del camino, resultan impulsos sistemáticos a actividades aisladas entre sí. Proyectos con brillo mediático efímero y que tienen como único asidero con la realidad nacional, lo aportado por periodistas extranjeros desde Cuba o fuera de ella. Estos proyectos, inviables en su mayoría, siempre reciben y encuentran financiamiento adecuado.
Me refiero a proyectos promovidos por las estrellas rutilantes que surcan el espacio mediático. Ahí están, aferradas a sus congresos, proyectos y cualquier cantidad de ‘nuevas ideas’ que las mantengan, a toda costa y a todo costo, en la palestra mediática y diplomática. Las caras de siempre, repetidas hasta el cansancio, en remedo tragicómico de la dictadura geriátrica que pretenden derribar. Una espiral permanente en perfecta rotación. Desde la A hasta la G y vuelta otra vez, desde la G hasta la A. Cuando vivía en Cuba, recuerdo que a eso le llamaban “rotar en la cola”.
Nadie se explica cómo, en estas circunstancias, CubaNet anda sin fondos. Hemos sabido que a los periodistas, primero les privaron de espacios de Internet y luego, les sacaron la comida de los platos. En fecha reciente, un emprendedor grupo que deambula alegre e irresponsablemente por las embajadas, se ocupó de forma oficiosa, en privar a periodistas que no les agradan, de espacio para salir a la red de redes.
Se sabe poco sobre estas intrigas de bajo costo, pero se sabe. Lo poco que se conoce es que florecen en Cuba y además fuera de ella. Y también que actúan de mutuo acuerdo. Como los extremos del círculo se tocan, coinciden con la dictadura que dicen querer derribar y en ocasiones conspiran alternativamente contra Radio Martí o contra periodistas. Aunque bueno es decirlo, la constante es un recelo patológico hacia la prensa libre y los periodistas independientes.
Cuando surge algún proyecto alternativo de prensa, literatura etc., las reacciones son ambivalentes. Ese es el momento que escogen para salir en defensa de CubaNet. Con el pretexto de defenderla, la emprenden contra lo nuevo. Es muy curioso, pero en Cuba (sólo en La Habana) existían en 1958, 35 medios de prensa, dos de ellos se publicaban en inglés. En aquellos momentos, nadie atacaba la diversidad y la variedad. Parece que las cosas cambiaron mucho desde entonces.
CubaNet anda sin fondos y esto debe ser resuelto ahora. Quizás lo más adecuado sea posponer algún que otro proyectico inviable. Quizás vale dilatar en el tiempo el próximo congresito, reunioncita, asambleíta, grupito o agendita y la reorientación ‘patriótica’ de los fondos. Vamos, que nunca es tarde si la dicha es buena.
¡Qué cosa! Ahora recuerdo la buena fe o la ingenuidad de los redactores de SDP. que pretendieron que los ‘líderes’ de allá, asumieran la distribución de aquellos fondos. En términos de malversación y desastre, habrían superado con creces a los de acá.
Espero que el siempre inconveniente y en ocasiones molesto, SDP, auto titulado ‘espacio sin censuras de la prensa independiente’, de cabida a esta sugerencia.
primaveradigital@gmail.com
Desde 1994, en que salieron desde Cuba los primeros despachos, la prensa nacional independiente jamás se ha detenido. Desde aquellos momentos, CubaNet sostiene el peso fundamental de este movimiento civil. El más fuerte y el más exitoso. O al menos, uno de los pocos cuantificables de forma periódica en sus resultados.
Mientras, ciertos sectores de la clase política nacional opositora crean proyectos, que al final del camino, resultan impulsos sistemáticos a actividades aisladas entre sí. Proyectos con brillo mediático efímero y que tienen como único asidero con la realidad nacional, lo aportado por periodistas extranjeros desde Cuba o fuera de ella. Estos proyectos, inviables en su mayoría, siempre reciben y encuentran financiamiento adecuado.
Me refiero a proyectos promovidos por las estrellas rutilantes que surcan el espacio mediático. Ahí están, aferradas a sus congresos, proyectos y cualquier cantidad de ‘nuevas ideas’ que las mantengan, a toda costa y a todo costo, en la palestra mediática y diplomática. Las caras de siempre, repetidas hasta el cansancio, en remedo tragicómico de la dictadura geriátrica que pretenden derribar. Una espiral permanente en perfecta rotación. Desde la A hasta la G y vuelta otra vez, desde la G hasta la A. Cuando vivía en Cuba, recuerdo que a eso le llamaban “rotar en la cola”.
Nadie se explica cómo, en estas circunstancias, CubaNet anda sin fondos. Hemos sabido que a los periodistas, primero les privaron de espacios de Internet y luego, les sacaron la comida de los platos. En fecha reciente, un emprendedor grupo que deambula alegre e irresponsablemente por las embajadas, se ocupó de forma oficiosa, en privar a periodistas que no les agradan, de espacio para salir a la red de redes.
Se sabe poco sobre estas intrigas de bajo costo, pero se sabe. Lo poco que se conoce es que florecen en Cuba y además fuera de ella. Y también que actúan de mutuo acuerdo. Como los extremos del círculo se tocan, coinciden con la dictadura que dicen querer derribar y en ocasiones conspiran alternativamente contra Radio Martí o contra periodistas. Aunque bueno es decirlo, la constante es un recelo patológico hacia la prensa libre y los periodistas independientes.
Cuando surge algún proyecto alternativo de prensa, literatura etc., las reacciones son ambivalentes. Ese es el momento que escogen para salir en defensa de CubaNet. Con el pretexto de defenderla, la emprenden contra lo nuevo. Es muy curioso, pero en Cuba (sólo en La Habana) existían en 1958, 35 medios de prensa, dos de ellos se publicaban en inglés. En aquellos momentos, nadie atacaba la diversidad y la variedad. Parece que las cosas cambiaron mucho desde entonces.
CubaNet anda sin fondos y esto debe ser resuelto ahora. Quizás lo más adecuado sea posponer algún que otro proyectico inviable. Quizás vale dilatar en el tiempo el próximo congresito, reunioncita, asambleíta, grupito o agendita y la reorientación ‘patriótica’ de los fondos. Vamos, que nunca es tarde si la dicha es buena.
¡Qué cosa! Ahora recuerdo la buena fe o la ingenuidad de los redactores de SDP. que pretendieron que los ‘líderes’ de allá, asumieran la distribución de aquellos fondos. En términos de malversación y desastre, habrían superado con creces a los de acá.
Espero que el siempre inconveniente y en ocasiones molesto, SDP, auto titulado ‘espacio sin censuras de la prensa independiente’, de cabida a esta sugerencia.
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1 comentario:
Sr. Leal. lo que Ud. cuenta es desgraciadamente verdad pero, ¿por qué nadie explica por qué Cubanet no tiene fondos? Ni ellos mismos. ¿Qué ha pasado?
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