Mantilla, La Habana, 6 de agosto de 2009, (SDP) En Cuba el sistema de salud es gratuito, uno de los llamados logros de la Revolución de los hermanos Castro. Ese ha sido uno de los motivos por los que la comunidad internacional ha querido copiar este modelo tan absurdo llamado socialismo.
Pero, ¿Qué sucede cuando la realidad nos golpea? ¿Qué pensarían esos defensores del castrismo en países como Venezuela, Bolivia y otros de Latinoamérica si supieran que cuando un cubano debe pasar por la amarga experiencia de encontrarse enfermo, no haya ni siquiera una receta médica para poder comprar un medicamento?
Lo que cuento a continuación no es una historia que sucedió en un país donde las personas mueren por no tener dinero para atenderse médicamente, sucedió en Cuba, y me sucedió a mí.
Al presentarme en el policlínico de Mantilla, el más cercano a mi comunidad, por tener los ojos muy irritados, el médico que me atendió me diagnosticó conjuntivitis hemorrágica. Lo más lógico fuese que ante un diagnostico como este el especialista le indique tomar cierto medicamento o te remita para el hospital más cercano. En mi caso tuve la suerte de encontrarme con una doctora amiga, Carmen Hernández, alguien que no lo piensa cuando de criticar se trata.
Mi amiga me dio una muy mala noticia, me informó que en el policlínico no había recetas médicas, y que en la farmacia no había medicamentos para tratar este tipo de enfermedades. Me recomendó enjuagues de agua hervida y fomentos de flor
de vicaria, que según la doctora es muy buena y efectiva.
Algo que me espantó fue saber que no estaba solo con mi enfermedad. En Mantilla se han reportado 144 casos de conjuntivitis, 82 de ellos hemorrágicos, personas que al igual que yo tuvimos que asistirnos con remedios caseros.
Los centros de salud no tienen suficientes médicos, pues todos cumplen misiones internacionalistas, no hay recetas médicas por que no hay materia prima para hacer el papel, en las farmacias no hay medicamentos… ¿De qué sirve contar con un servicio médico gratuito?
Mientras intento aliviar mi dolor, espero que a los demás enfermos, el agua hervida y la flor de vicaria le hayan funcionado.
yerofelipe@gmail.com
Pero, ¿Qué sucede cuando la realidad nos golpea? ¿Qué pensarían esos defensores del castrismo en países como Venezuela, Bolivia y otros de Latinoamérica si supieran que cuando un cubano debe pasar por la amarga experiencia de encontrarse enfermo, no haya ni siquiera una receta médica para poder comprar un medicamento?
Lo que cuento a continuación no es una historia que sucedió en un país donde las personas mueren por no tener dinero para atenderse médicamente, sucedió en Cuba, y me sucedió a mí.
Al presentarme en el policlínico de Mantilla, el más cercano a mi comunidad, por tener los ojos muy irritados, el médico que me atendió me diagnosticó conjuntivitis hemorrágica. Lo más lógico fuese que ante un diagnostico como este el especialista le indique tomar cierto medicamento o te remita para el hospital más cercano. En mi caso tuve la suerte de encontrarme con una doctora amiga, Carmen Hernández, alguien que no lo piensa cuando de criticar se trata.
Mi amiga me dio una muy mala noticia, me informó que en el policlínico no había recetas médicas, y que en la farmacia no había medicamentos para tratar este tipo de enfermedades. Me recomendó enjuagues de agua hervida y fomentos de flor
de vicaria, que según la doctora es muy buena y efectiva.
Algo que me espantó fue saber que no estaba solo con mi enfermedad. En Mantilla se han reportado 144 casos de conjuntivitis, 82 de ellos hemorrágicos, personas que al igual que yo tuvimos que asistirnos con remedios caseros.
Los centros de salud no tienen suficientes médicos, pues todos cumplen misiones internacionalistas, no hay recetas médicas por que no hay materia prima para hacer el papel, en las farmacias no hay medicamentos… ¿De qué sirve contar con un servicio médico gratuito?
Mientras intento aliviar mi dolor, espero que a los demás enfermos, el agua hervida y la flor de vicaria le hayan funcionado.
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