Marianao, La Habana, 4 de junio de 2009, (SDP) Suele pensarse que la mal llamada producción socialista peca siempre por defecto y tal generalización es un craso error. Así vemos como la actual cosecha de tomate ha reportado una pérdida de cientos de toneladas (Juventud Rebelde 31-5-09, pág. 8) por insuficiencia de envases, transporte y capacidad industrial para aprovecharla.
Hace más de 40 años los medios oficiales argumentan que la ventaja de la economía socialista estriba en su capacidad de planificación, para evitar estos despilfarros productivos. Hace igual cantidad de tiempo que la práctica prueba lo contrario, pero no pasa nada. Nuestros líderes siguen adquiriendo experiencia con los errores.
El propio artículo de prensa advierte acerca de la inminente repetición de este derroche en todo tipo de viandas, desde el boniato hasta la zanahoria. “Campaña tras campaña se evidencia que el país no está preparado para industrializar grandes volúmenes”, expresa un Héroe del trabajo de la República de Cuba, entrevistado por las autoras.
Salta a la vista que falta un eslabón entre el productor y sus consumidores: la serie de pequeñas industrias locales, capaces de explotar esas cosechas con la eficiencia económica que no está al alcance de los monopolios estatales, administrados por la burocracia, más atenta a complacer a la jerarquía superior que a correr riesgos por su cuenta.
“Yo digo – prosigue el referido Héroe – que si hay abarrote de boniato en La Habana los que dirigen a los niveles donde se toman las decisiones en La Habana, deben planificar y proyectar hacia otras provincias donde no lo tienen que nosotros como productores tenemos prohibido hacerlo”. Más claro, ni el agua.
Seguidamente se revela que en el andén de acopio de Güira de Melena hubo una magnífica oportunidad de negocios el pasado domingo 27 de mayo, cuando se quedaron inmovilizadas allí 5000 quintales de viandas por falta de transporte. Claro que todavía los que mandan no han tenido tiempo para estudiar estas situaciones y, cuando lo hagan, seguramente comienzan por autorizar a los propietarios de bicicletas y carretillas de tiro manual, porque los que mandan saben bien lo peligroso que resulta el dinero en manos que no sean las suyas.
Los reporteros balancean la conclusión de su texto con la entrevista a un viceministro de Comercio Interior (MINCIN), quien pone la inevitable nota de optimismo, mediante “la nueva estrategia de comercialización, que debe implementarse en agosto próximo” Al parecer, lo esencial de la misma consiste en trasladar la gestión comercial del Ministerio de la Agricultura a las manos del MINCIN.
A juzgar por la experiencia y el prestigio adquirido por estos burócratas bodegueros repartiendo la escasez, no creo que esto signifique realmente una novedad “que responde al interés estatal por continuar fortaleciendo la cadena producción- comercialización.”. Dudo que las inteligentes autoras del artículo lo crean. La única cadena que a la Burocracia General le interesa fortalecer es la que sujeta a los productores para que no puedan prescindir del lastre histórico en que se han convertido.
Por cierto, me llama la atención el hecho de que esta explosión productiva no se refleje en los invariables precios del Mercado Libre. Es verdad que la calidad de los productos ha mejorado, pero también lo es que el Listado de precios permanece congelado y que no se percibe el menor indicio de competencia entre los vendedores, en ninguno de los Mercados de la Capital.
Parece que el Estado prefiere que se le pudra en los almacenes su producción socialista a sacarla a competir en el maligno Mercado Libre, ese “incesante engendrador de capitalismo”, según Lenin, a quien no por gusto un decir popular identificaba como “el viejito que inventó el hambre”.
primaveradigital@gmail.com
Hace más de 40 años los medios oficiales argumentan que la ventaja de la economía socialista estriba en su capacidad de planificación, para evitar estos despilfarros productivos. Hace igual cantidad de tiempo que la práctica prueba lo contrario, pero no pasa nada. Nuestros líderes siguen adquiriendo experiencia con los errores.
El propio artículo de prensa advierte acerca de la inminente repetición de este derroche en todo tipo de viandas, desde el boniato hasta la zanahoria. “Campaña tras campaña se evidencia que el país no está preparado para industrializar grandes volúmenes”, expresa un Héroe del trabajo de la República de Cuba, entrevistado por las autoras.
Salta a la vista que falta un eslabón entre el productor y sus consumidores: la serie de pequeñas industrias locales, capaces de explotar esas cosechas con la eficiencia económica que no está al alcance de los monopolios estatales, administrados por la burocracia, más atenta a complacer a la jerarquía superior que a correr riesgos por su cuenta.
“Yo digo – prosigue el referido Héroe – que si hay abarrote de boniato en La Habana los que dirigen a los niveles donde se toman las decisiones en La Habana, deben planificar y proyectar hacia otras provincias donde no lo tienen que nosotros como productores tenemos prohibido hacerlo”. Más claro, ni el agua.
Seguidamente se revela que en el andén de acopio de Güira de Melena hubo una magnífica oportunidad de negocios el pasado domingo 27 de mayo, cuando se quedaron inmovilizadas allí 5000 quintales de viandas por falta de transporte. Claro que todavía los que mandan no han tenido tiempo para estudiar estas situaciones y, cuando lo hagan, seguramente comienzan por autorizar a los propietarios de bicicletas y carretillas de tiro manual, porque los que mandan saben bien lo peligroso que resulta el dinero en manos que no sean las suyas.
Los reporteros balancean la conclusión de su texto con la entrevista a un viceministro de Comercio Interior (MINCIN), quien pone la inevitable nota de optimismo, mediante “la nueva estrategia de comercialización, que debe implementarse en agosto próximo” Al parecer, lo esencial de la misma consiste en trasladar la gestión comercial del Ministerio de la Agricultura a las manos del MINCIN.
A juzgar por la experiencia y el prestigio adquirido por estos burócratas bodegueros repartiendo la escasez, no creo que esto signifique realmente una novedad “que responde al interés estatal por continuar fortaleciendo la cadena producción- comercialización.”. Dudo que las inteligentes autoras del artículo lo crean. La única cadena que a la Burocracia General le interesa fortalecer es la que sujeta a los productores para que no puedan prescindir del lastre histórico en que se han convertido.
Por cierto, me llama la atención el hecho de que esta explosión productiva no se refleje en los invariables precios del Mercado Libre. Es verdad que la calidad de los productos ha mejorado, pero también lo es que el Listado de precios permanece congelado y que no se percibe el menor indicio de competencia entre los vendedores, en ninguno de los Mercados de la Capital.
Parece que el Estado prefiere que se le pudra en los almacenes su producción socialista a sacarla a competir en el maligno Mercado Libre, ese “incesante engendrador de capitalismo”, según Lenin, a quien no por gusto un decir popular identificaba como “el viejito que inventó el hambre”.
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