La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, junio 4 de 2009 (SDP) Un artículo en la primera plana del semanario “Vanguardia”, del pasado 23 de mayo del presente año, ha indignado a los residentes en Santa Clara. Su autor, el avezado periodista Ricardo R. González, lo tituló “50 años por la vida”.
Se trata de un muy bien redactado trabajo sobre el actual Hospital Universitario Ginecobstétrico Provincial “Mariana Grajales”, que el 25 de mayo último, cumple la nimiedad de 50 años con ese nombre. Los residentes en la capital de la provincia de Villa Clara le conocen por la acepción popular de “El Materno”.
La controversia surgió con el primer párrafo, cuando el colega González afirmó: “El primer recinto de Salud inaugurado con la era revolucionaria en la antigua provincia de Las Villas anda de festines, se trata del hospital ginecobstétrico docente Mariana Grajales, que – el próximo 25 de mayo- cumplirá cinco décadas en función de la vida”.
Los más viejos dicen que esto es una soberana mentira de la redacción de Vanguardia, debido a que ese centro de sanitario no lo creó la Revolución Cubana. Allí radicaba antes de 1959 “Maternidad Obrera” y a ella tenían acceso todas las trabajadoras afiliadas a la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC). Incluso, también podían ser atendidas en esa institución de salud las esposas de todos los miembros de la hoy desaparecida confederación obrera. El único requisito era pagar una cuota mínima de 30 centavos cada mes, que en la actualidad sería unos 30 pesos cubanos MN.
Allí se ejecutaba la práctica del denominado “mutualismo” para recibir asistencia médica especializada. Algo que el aparato de política y de control social considera no debe ser divulgado, pues haría dudar del reiterado discurso oficial que antes los cubanos no ricos sólo podían disponer de una asistencia médica desastrosa.
Antes del actual gobierno, en Cuba y Santa Clara, cual población de menos habitantes, sus féminas disfrutaban mayor cobertura ginecológica que hoy, pues además de la referida Maternidad Obrera, se paria en “La Clínica El Maestro”, Clínica Marta Abreu y en Maternidad Pública.
Según plantean personas de la tercera edad, toda la estructura constructiva con que cuenta el hospital conocido por El Materno resultó edificada durante la etapa capitalista. Se le han realizado remodelaciones y reparaciones, pero nunca se levantó otro bloque de edificios además de los que ya existían desde su apertura.
Muchas personas se preguntan por qué imprimir tamaño embuste a estas alturas del proceso castrista. La mayoría cree que es una manera de tergiversar la realidad a favor del deteriorado Sistema Nacional de Salud, que otrora fuera uno de los baluartes para intentar vender el experimento castrista.
Aquellos periodistas autorizados por la nomenclatura en el poder deben respetar a sus conciudadanos y no embaucarlos por conveniencias políticas e ideológicas. La cólera de muchas de las madres que dieron a luz a sus hijos allí, se justifica y también se comprende. Por la memoria y la historia verdaderas de nuestro terruño, se hace este desmentido al periódico Vanguardia.
cocofari62@yahoo.com
Se trata de un muy bien redactado trabajo sobre el actual Hospital Universitario Ginecobstétrico Provincial “Mariana Grajales”, que el 25 de mayo último, cumple la nimiedad de 50 años con ese nombre. Los residentes en la capital de la provincia de Villa Clara le conocen por la acepción popular de “El Materno”.
La controversia surgió con el primer párrafo, cuando el colega González afirmó: “El primer recinto de Salud inaugurado con la era revolucionaria en la antigua provincia de Las Villas anda de festines, se trata del hospital ginecobstétrico docente Mariana Grajales, que – el próximo 25 de mayo- cumplirá cinco décadas en función de la vida”.
Los más viejos dicen que esto es una soberana mentira de la redacción de Vanguardia, debido a que ese centro de sanitario no lo creó la Revolución Cubana. Allí radicaba antes de 1959 “Maternidad Obrera” y a ella tenían acceso todas las trabajadoras afiliadas a la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC). Incluso, también podían ser atendidas en esa institución de salud las esposas de todos los miembros de la hoy desaparecida confederación obrera. El único requisito era pagar una cuota mínima de 30 centavos cada mes, que en la actualidad sería unos 30 pesos cubanos MN.
Allí se ejecutaba la práctica del denominado “mutualismo” para recibir asistencia médica especializada. Algo que el aparato de política y de control social considera no debe ser divulgado, pues haría dudar del reiterado discurso oficial que antes los cubanos no ricos sólo podían disponer de una asistencia médica desastrosa.
Antes del actual gobierno, en Cuba y Santa Clara, cual población de menos habitantes, sus féminas disfrutaban mayor cobertura ginecológica que hoy, pues además de la referida Maternidad Obrera, se paria en “La Clínica El Maestro”, Clínica Marta Abreu y en Maternidad Pública.
Según plantean personas de la tercera edad, toda la estructura constructiva con que cuenta el hospital conocido por El Materno resultó edificada durante la etapa capitalista. Se le han realizado remodelaciones y reparaciones, pero nunca se levantó otro bloque de edificios además de los que ya existían desde su apertura.
Muchas personas se preguntan por qué imprimir tamaño embuste a estas alturas del proceso castrista. La mayoría cree que es una manera de tergiversar la realidad a favor del deteriorado Sistema Nacional de Salud, que otrora fuera uno de los baluartes para intentar vender el experimento castrista.
Aquellos periodistas autorizados por la nomenclatura en el poder deben respetar a sus conciudadanos y no embaucarlos por conveniencias políticas e ideológicas. La cólera de muchas de las madres que dieron a luz a sus hijos allí, se justifica y también se comprende. Por la memoria y la historia verdaderas de nuestro terruño, se hace este desmentido al periódico Vanguardia.
cocofari62@yahoo.com
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