La Habana, 3 de abril de 2009
A: Damas de Blanco
Queridas hermanas:
El pasado mes de marzo se conmemoró el sexto aniversario de la fundación espontánea de las Damas de Blanco. Precisamente los arrestos masivos en la primavera del 2003, por parte de la policía política cubana, determinaron que una semana después de los hechos, un grupo de mujeres se lanzaran a las calles exigiendo la libertad incondicional de sus seres queridos, juzgados y condenados injustamente a largos años de prisión.
Durante este difícil y triste periodo, el constante bregar de ustedes ha hecho posible que hayan alcanzado un alto prestigio por lo que significan: Un extraordinario ejemplo dentro y fuera de Cuba.
Después de 50 años de dictadura y de diferentes etapas de lucha para tratar de desembarazarnos de tan nefasto régimen, gracias a Dios nos acercamos al final de un gobierno donde el pueblo nunca ha tenido voz. Los demás que hablaron o quisieron hacerlo, sufren la marginación, la prisión o el exilio, así como una represión generalizada que no sólo ha alcanzado a vuestros familiares más queridos encarcelados injustamente, sino que también ustedes han sido víctimas de tales abusos y atropellos.
Hasta el presente, el socialismo que hemos conocido los cubanos, lo único que ha demostrado en la práctica es que existe una élite de poder que es inamovible, que actúa por encima de todos sin que nada ni nadie los limite y sin preocuparles el sentir del pueblo que dicen representar.
Esa élite durante más de medio siglo, se ha abrogado el derecho de aplicar el juego de palabras contra aquellos que intentan ejercer sus derechos, calificándolos de “bandidos”, “mercenarios”, “escoria” y otros muchos adjetivos según el caso, como a los de la brigada 2506 o los que participaron en el éxodo de la embajada peruana y del Mariel. A los disidentes, opositores, periodistas independientes, bibliotecarios, etc. Se les tilda de “asalariados del imperialismo norteamericano”. De igual manera a los deportistas y artistas que se marchan o se quedan en el exterior se les acusa de “traidores” o “apátridas”, como si la Patria y el gobierno comunista fueran la misma cosa.
Hermanas ¿Cómo no recordar al Sr. Felipe Pérez Roque, cuando comparecía reiteradamente en conferencias de prensa, en las que de manera prepotente y autoritaria calificaba a vuestros familiares, prisioneros de conciencia de “mercenarios” y “asalariados del gobierno de los Estados Unidos”?
Es bueno recordar también el día 11 de abril de 2002 cuando el periodista del diario Dallas Morning New, Tracey Eaton, formuló una pregunta a Pérez Roque sobre el proyecto Varela y la respuesta dada por este fue la de acusar a los activistas del mencionado proyecto de estar en la nómina de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. Sin embargo, el 3 de marzo pasado, el ex canciller cubano, el hombre que mejor interpreta las ideas del Comandante en Jefe, fue calificado por éste de “INDIGNO”.
Queridas hermanas Damas de Blanco, continúen ustedes como hasta ahora y manténgase siempre vigilantes contra aquellos que contaminan y malintencionadamente cometen fechorías para tratar de dañar vuestra histórica misión de luchar por la libertad incondicional de sus seres queridos.
Por este medio les hacemos llegar nuestro más firme reconocimiento y respeto, así como la solicitud de que a través de ustedes hagan llegar a sus familiares condenados injustamente, nuestra mayor solidaridad, un fuerte abrazo y nuestro sincero agradecimiento por el ejemplo.
Firma la presente a nombre de la Dirección Nacional del PSD
Fernando Sánchez López
Presidente
Partido Solidaridad Democrática (PSD), calle Trocadero 414 bajos, entre Galiano y San Nicolás. La Habana CP. 10200, telefax: 866 8306, Pág. Web: www.psdcubano.org
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