jueves, 16 de abril de 2009

DE LA MARIPOSA, UN ALA, Odelin Alfonso Torna.



Arroyo Naranjo, La Habana, abril 16 de 2009, (SDP). “Se le informa a los visitantes, que debido al ciclo de mantenimiento programado, algunos aparatos no funcionarán”. Escuché este mensaje una y otra vez, emitido por los altavoces dispersos por el parque de diversiones Mariposa, perteneciente al complejo recreativo Parque Lenin.

Es la segunda ocasión que visito este parque desde su reinauguración en agosto de 2007. En aproximadamente dos años, el parque fue objeto de remodelación. Los viejos aparatos electromecánicos rusos fueron remplazados por otros de fabricación china, dicen que estos últimos de uso.

En otro orden, la gastronomía, que entonces estaba liderada por cuentapropistas, en los años más críticos del llamado “período especial” pasó a manos del Estado.

En el 2005-2006, la República Popular China asumió con sus brigadas de técnicos e ingenieros la instalación de los “nuevos” aparatos. Terminado el montaje, los nuevos aparatos fueron sometidos a varias pruebas técnicas. Las demostraciones previas a la inauguración, duraron casi 11 meses. Para corroborar el funcionamiento de los equipos en tiempo real, se utilizaron como pasajeros al personal de la obra y a trabajadores del propio complejo recreativo.

Llama la atención cómo en el 2007 el parque de diversiones entró en funcionamiento con 28 opciones recreativas y hoy sólo 17 prestan servicio. El hidrodeslizador, el barco pirata, el remolino de pelotas, el cosmonauta, el barco inflable, el Don Sapo, la silla voladora y la montaña rusa, están fuera del régimen de trabajo.

El Parque Lenin se inauguró el 22 de abril de 1972. Se dice que la idea surgió de Celia Sánchez, heroína de La Sierra Maestra. La obra vino a subsanar el fracaso constructivo de la represa Ejercito Rebelde. Su construcción se ubicó en los terrenos que debió ocupar originalmente el embalse. El área recreativa en su totalidad ocupa aproximadamente cuatro kilómetros cuadrados y está compuesta por una extensa llanura con palmeras, riachuelos y abundantes bambúes.

Desde la década de los ochenta se hizo evidente el deterioro de los aparatos soviéticos. El deslizador acuático, la estrella y la montaña rusa alternaban las roturas, en ocasiones prolongadas, de sus motores eléctricos. Al estar limitada la opción, esto daba pie al desorden y a las aglomeraciones de personas en el resto de los aparatos activos.

Para la década de los noventa aumentaron las roturas debido a la escasez de piezas de repuesto. Sólo funcionaban siete de los doce aparatos existentes. Con la apertura del sector privado surgieron nuevas opciones recreativas ideadas por particulares. Caballos, ponis y hasta una pequeña máquina criolla de gasolina, amenizaban la rutina del parque a un precio de cinco pesos en Moneda Nacional. Los destartalados simuladores de antaño que aún funcionaban, eran abordados por sólo cuarenta centavos en (MN).

En el parque Mariposa, por ser la hechura de una economía de mercado como la china, el precio para acceder a cada aparato es 6 veces más caro al que tenían sus antecesores rusos. El costo por cada vuelta, en los equipos más complejos de la instalación, es de 6 pesos para los adultos y 3 para los menores.

Han pasado casi tres años desde su reinauguración y la historia en el parque de diversiones se repite. Once opciones de entretenimiento están fuera de circulación con la mera excusa de un mantenimiento programado.

¿Es posible que el 40% de los aparatos entren a la vez en el mismo ciclo de mantenimiento?

Es evidente que ningún socialismo, sea del siglo XX ó XXI, escapa al deterioro de sus estructuras administrativas. Hoy tenemos de la mariposa, un ala. Mañana, ¿Quién sabe?
odelinalfonso@yahoo.com


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