jueves, 23 de abril de 2009

SENTIR LA DIFERENCIA, Laritza Diversent


Calvario, La Habana, 23 de abril de 2009, (SDP) Lázaro Prieto Álvarez y Manuel Amado Reyes Fonseca, son miembros Comisión de Atención a Presos Políticos y sus Familiares. Ellos solicitaron al lic. Vallin los cursos breves sobre derechos humanos y la legislación que promociona la Asociación Jurídica Cubana. Hoy son ejemplos de cómo operan los cambios.

Recibieron cuatro de los cincos seminarios previstos. La Seguridad del Estado impidió la conclusión de los mismos. No obstante, para ellos la situación cambió. En ese sentido Manuel reconoce que: “antes estaba a tientas, como los ciego, ahora ya abrí los ojos…aprendí a respetar la ley, pero también a defender los derechos que tengo como ser humano”.

Después de recibir los seminarios, ambos están siendo más reprimidos. Han recibido continuas citaciones de la policía política. Los amenazan con procesarlos judicialmente, bajo el delito de asociación ilícita si continúan con el curso.

A Manuel incluso lo amenazan con desalojarlo de su casa, un medio básico del Estado en el cual vive desde hace casi 20 años. Su esposa es hija de un mártir de la revolución y padece de psicosis maniática depresiva.

Pese al aumento de la represión, ellos sienten la diferencia. Lázaro reconoce que antes se manifestaba en la sociedad de una forma, después de dar el curso se comporta de otra manera. Afirma que le ha servido para interactuar con las autoridades.

Manuel también cambió su proyección social. Alega que antes, lo mismo con la policía política que con cualquier tipo de autoridad, se proyectaba de forma desagradable; ahora lo hace mas pausado, con tranquilidad.

Los cursos para ellos fueron de vital importancia. Lázaro asevera que en estos dos últimos interrogatorios, habló en base a lo que había aprendido acerca de la ley y la constitución.

“Nosotros siempre tenemos miedo”, reconocen. El régimen tiene la fuerza y el poder, pero la posibilidad de hablar con basamento legal, les da valor y confianza en sí mismos.

Los cursos les dieron la oportunidad de reconocer cuando los agentes de la autoridad violan la ley y sus derechos ciudadanos. Manifiestan que los policías van a necesitar también el estudio de la legislación porque “se nota que no están muy preparados”

Lázaro alega que los cursos pueden ser muy beneficiosos para la sociedad civil: “Aprendiendo estos cursos uno sabe defenderse y como debe actuar”. Por su parte, Manuel piensa que “a medida que el pueblo vaya aprendiendo y se vaya desarrollando este tipo de actividad, ellos tienen que irse replegando”

La diferencia es precisamente esa: ignorar o conocer lo que dice la ley. Lázaro y Manuel lo demuestran. Los nuevos conocimientos jurídicos le han permitido defenderse. O como dice la Seguridad del Estado: ahora sí pueden “atrincherarse en la ley”.
laritzadiversent@yahoo.es

No hay comentarios: