jueves, 23 de abril de 2009

¿QUIÉN LUCHA LA MESADA? Francisco Chaviano González



Jaimanitas, La Habana, abril 23 de 2009 (SDP) El pasado lunes 13 de abril el periódico Granma publicó un artículo del periodista Orlando Oramas León titulado: “Luchando la mesada¨. Como es costumbre, arremete con todo tipo de epítetos contra la oposición democrática de la cual formo parte. Pero los hombres que seguimos el camino de probidad de nuestro Señor Jesucristo, debemos como él perdonar a quienes nos ofenden.

Si inspirados por nobles sentimientos desechamos las calumnias que le afean, podremos ver en este artículo un reconocimiento a nuestra propuesta. En él, aunque se manipule lo que dijimos, se informa al pueblo de que hay una solicitud nuestra al presidente Obama. El pueblo, que está acostumbrado a leer entre líneas, podrá percatarse que no recibimos los fondos de que se nos acusa y que además estamos dispuestos a renunciar a ellos. Cuando dicen: “parecieran razones altruistas y éticas las que mueven ahora…”, sin quererlo, reconocen que esa es nuestra postura.

Sabemos perfectamente que la acusación que nos hace Oramas León no ha sido diseñada por él, sino por los gobernantes de este país y por tanto lo exoneramos de culpas. Precisamente por estos días, Raúl Castro, en ocasión de efectuarse la V Cumbre Extraordinaria del ALBA en Cumaná, Venezuela, dijo que los disidentes en Cuba recibíamos 57 millones dólares para la subversión. No sé realmente de donde sacó esa cifra, al parecer proviene de esa manía desaforada que tienen los Castro de mentir.

Al Sr. Presidente se le olvida como el Movimiento 26 de Julio recaudaba los fondos para su fratricida guerra terrorista que llevó la muerte a cientos de cubanos. Claro, no fueron 20 000, como asegurara su hermano, el maestro de la mentira, propenso a la exageración desmedida de cifras.

A esa organización no le alcanzaban los aportes de un pueblo solvente y recibió dinero del KGB soviético. Pero además, la extorsión de empresarios, la estafa y el asalto fueron procedimientos muy recurridos en el afán de conseguir las armas y los explosivos que precisaban. De modo que a estos señores no le asiste derecho alguno para cuestionar la procedencia de fondos, cuando ellos utilizaron para conseguirlos las peores formas que se puedan imaginar.

Ellos saben perfectamente que la ayuda en cuestión no llega al 1 % de esas cifras que se manejan. Sin embargo, las usan con iniquidad para difamarnos, agredirnos y encarcelarnos. Llevamos más de 20 años en esta lucha, víctimas de todo tipo de penurias y estrecheces al quedar fuera del juego establecido para el pueblo, marginados por disposición de los mismos que nos acusan de mercenarios.

Si no hemos cejado en nuestra lucha es porque poseemos un patriotismo que sobrepasa en mucho al que en algún momento experimentaron los que hoy están en el gobierno; si es que acaso llegaron a sentirlo.

Solo unos pocos opositores reciben ayuda con regularidad, que alcanza malamente para cubrir las necesidades de la familia; otros reciben un mendrugo esporádicamente y la gran mayoría no recibe nada. Eso tiene que cambiar. O tenemos todos los recursos de que se nos acusa o simplemente se reconoce públicamente que no recibimos ninguna ayuda.

No es esta una renuncia a recibir donativos del extranjero, siempre que no esté condicionada onerosamente; es lícito recibirlos como lo hicieron antes nuestros próceres de la independencia. Ellos para liberar la Patria, obtuvieron ayuda de los gobiernos del Ecuador, Santo Domingo, Costa Rica, Guatemala y del propio gobierno de los Estados Unidos. Hoy nos asiste aún más derecho, porque se trata de una lucha pacífica, para poner fin al padecer de la república avizorado por nuestro apóstol José Martí cuando le dijo a Máximo Gómez en New York, el 20 de octubre de 1884 : “mi determinación de no contribuir…a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta, y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, establecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo.”

Eso que tanto temiera Martí es hoy la razón de nuestra lucha para la cual lamentablemente no hemos recibido nunca los millones de que se nos acusa. Si llegara tan solo uno, alcanzaría para activar 3 proyectos como la Unidad Liberal de la República de Cuba, compuesta por 20 partidos o movimientos; lo cual sumaría alrededor de 20 mil opositores, suficientes como para dar una batalla cívica de proporciones.

Pero por el contrario, la generalidad padece severas estrecheces. En un año esa Unidad de los liberales cubanos no recibió un solo centavo del gobierno norteamericano, solo $3 200 CUC procedentes de un donativo personal. Les invito a sacar la cuenta de cuanto tocó a cada dirigente de partido o grupo; no obstante la exigua cifra resultante, todos nos mantuvimos en la Unidad. Si además se suma que la mitad de los líderes de esta Unidad han cumplido largas condenas en el infierno de las cárceles de este país, queda claro la alta dosis de patriotismo que nos asiste.

No obstante, Sr. periodista Orlando Oramas León, volvemos a reiterarle nuestro agradecimiento por dedicarnos un espacio en el periódico Granma. No sé si será mucho pedir que para la próxima den un paso más y publiquen el documento completo para que sea el pueblo el que saque sus propias conclusiones. Sabemos que usted, como el resto de los periodistas del oficialismo, vive anquilosado por el miedo a dar su criterio, a decir lo que piensan o a reclamar lo que les corresponde. Comprendemos sus necesidades que son las mismas del pueblo, atenazado por un salario tan devaluado que no se puede contar con él. De aquí lo importante que sería para los suyos su ingreso al grupito de confianza, ese que recoge las dádivas. En fin, la razón que le anima a usted a luchar su mesada.
chavi_glez@yahoo.com

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