Calvario, La Habana, 9 de abril de 2009, (SDP) La nueva estrategia política internacional con respecto a Cuba, cambia. Es casi unánime el apoyo para que se elimine el embargo a Cuba. No obstante, hay un sector de la disidencia dentro de la isla que quiere lo contrario e incluso se siente traicionado.
Hablo de sector porque la disidencia cubana tiene parcelas. Las tiene, aunque los medios extranjeros, al referirse a esto, tienden a generalizar.
De una parte está la tradicional. La que tiene nombre y apellidos y ocupa un espacio en la prensa mundial. Esta es la protagonista. La que hace declaraciones a nombre de un pueblo para la que es prácticamente desconocida. La que tiene capacidad de convocar a la prensa extranjera y a la única que esta escucha. Por ella también juzga.
La otra, promueve acciones arriesgadas: huelgas de hambre, manifestaciones callejeras, etc. Solicita que no levanten el embargo y critica a los que vienen a visitar a sus familiares en la isla. Siempre dispuesta a confrontar.
Del otro lado, está la que siente celo porque la prensa extranjera no la entrevista para un asunto determinado. La que se queja de no tener espacio, o que nadie la escucha y se siente ignorada. La que emprende acciones e iniciativas sólo por obtener protagonismo y reconocimiento internacional.
Mucho ruido y pocas nueces es la estrategia común de todas. Pero no hay unión entre ellas, más bien existe confrontación y hasta rencillas personales. Lo que realmente les interesa es salir en la primera plana de los órganos de prensa extranjeros.
En el medio hay otra parcela que agradece la iniciativa de eliminación del embargo y el levantamiento de las restricciones a los viajes de los cubanos a la isla. Para ellos, estas acciones tienen más posibilidades de acelerar el cambio.
Esta es la disidencia que nadie ve ni escucha, pero es la que sabe que en las condiciones actuales es necesario un cambio de estrategia hacia la isla. No quiere violencia en las calles y no cree en manifestaciones callejeras sin un trabajo opositor real y una capacidad objetiva, amplia e innegable de convocatoria.
No tiene acceso a Internet, mucho menos a periódicos extranjeros, por tanto no se entera de declaraciones, de huelgas de hambre o de la existencia de uno u otro blog.
Está conciente que un año sin bloqueo no resolvería los graves problemas sociales que aumentan en la isla. El fin del embargo para ellos no es el fin de la corrupción, el robo, la delincuencia, la prostitucion, las ilegalidades y el abuso del poder.
Sabe que el mantenimiento del embargo sólo conviene a quien pretende vivir del diferendo. Que a quienes lo apoyan, no les importa el mañana de las nuevas generaciones. Es totalmente inconcebible que alguien luche por mantener algo que justifique por más tiempo el discurso confrontacional de la dictadura.
laritzadiversent@yahoo.es
Hablo de sector porque la disidencia cubana tiene parcelas. Las tiene, aunque los medios extranjeros, al referirse a esto, tienden a generalizar.
De una parte está la tradicional. La que tiene nombre y apellidos y ocupa un espacio en la prensa mundial. Esta es la protagonista. La que hace declaraciones a nombre de un pueblo para la que es prácticamente desconocida. La que tiene capacidad de convocar a la prensa extranjera y a la única que esta escucha. Por ella también juzga.
La otra, promueve acciones arriesgadas: huelgas de hambre, manifestaciones callejeras, etc. Solicita que no levanten el embargo y critica a los que vienen a visitar a sus familiares en la isla. Siempre dispuesta a confrontar.
Del otro lado, está la que siente celo porque la prensa extranjera no la entrevista para un asunto determinado. La que se queja de no tener espacio, o que nadie la escucha y se siente ignorada. La que emprende acciones e iniciativas sólo por obtener protagonismo y reconocimiento internacional.
Mucho ruido y pocas nueces es la estrategia común de todas. Pero no hay unión entre ellas, más bien existe confrontación y hasta rencillas personales. Lo que realmente les interesa es salir en la primera plana de los órganos de prensa extranjeros.
En el medio hay otra parcela que agradece la iniciativa de eliminación del embargo y el levantamiento de las restricciones a los viajes de los cubanos a la isla. Para ellos, estas acciones tienen más posibilidades de acelerar el cambio.
Esta es la disidencia que nadie ve ni escucha, pero es la que sabe que en las condiciones actuales es necesario un cambio de estrategia hacia la isla. No quiere violencia en las calles y no cree en manifestaciones callejeras sin un trabajo opositor real y una capacidad objetiva, amplia e innegable de convocatoria.
No tiene acceso a Internet, mucho menos a periódicos extranjeros, por tanto no se entera de declaraciones, de huelgas de hambre o de la existencia de uno u otro blog.
Está conciente que un año sin bloqueo no resolvería los graves problemas sociales que aumentan en la isla. El fin del embargo para ellos no es el fin de la corrupción, el robo, la delincuencia, la prostitucion, las ilegalidades y el abuso del poder.
Sabe que el mantenimiento del embargo sólo conviene a quien pretende vivir del diferendo. Que a quienes lo apoyan, no les importa el mañana de las nuevas generaciones. Es totalmente inconcebible que alguien luche por mantener algo que justifique por más tiempo el discurso confrontacional de la dictadura.
laritzadiversent@yahoo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario