Managua, La Habana. Abril 23 de 2009. (SDP). Hace once días, el domingo 12, el general de ejército, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Raúl Castro, estuvo de visita en la Recría de Caballos, una entidad perteneciente a la empresa Flora y Fauna que dirige el Comandante de la Revolución Guillermo García.
El lugar donde se asienta ese coto estatal se denomina El Volcán y está ubicado en la frontera de las dos provincias habaneras. Ahí no sólo hay caballos, sino además aves de varios tipos y otros representantes de la fauna nativa y de otras latitudes.
Los que vieron pasar al general, algo después de las diez de la mañana, rumbo a la Recría, por una calle llamada De los Cocos en el poblado Managua, dicen que llevaba puesto un sombrero claro y una camisa azul, y los muchos escoltas asomaban por las ventanillas de los autos los cañones de los fusiles automáticos.
En Cuba tuvimos otro general-Presidente que de vez en cuando se ponía sombreros: Mario García Menocal. Casualidad, el poblado que sigue al Volcán se llama Menocal.
De ese otro general, que estuvo en el poder de 1913 a 1921, se asegura que utilizaba la cabeza no sólo para llevar el sombrero porque su gestión fue favorable desde el punto de vista económico para la República, aunque también se dice que la situación internacional le fue propicia para obtener sus éxitos.
Para que el general tuviera privacidad o se sintiera seguro, los obreros de la Recría recibieron la orden de comenzar su faena de alimentar a los animales a las cinco de la mañana y de retirarse dos horas después.
No obstante, se pudo conocer que cinco lanchas con varios tripulantes cada una, custodiaron la vía fluvial que pasa por dentro del coto, y que al menos dos decenas de hombres, montados a caballos, recorrían las áreas aledañas al lugar.
A su vez, a partir de las cinco de la madrugada, la estación policial de Managua fue puesta en estado de alerta y su dotación fue reforzada con agentes traídos de otro lugar.
¿Y a qué fue el general a la Recría? Aseguran algunas personas informadas que a recrearse, a pelear gallos.
Según se ha escuchado decir de forma pública durante mucho tiempo, a él y a Guillermo García les entusiasman sobre manera las peleas de gallos de lidia. Gallos finos les dicen en Cuba.
¿Cuánto le habrán costado al país esas horas de esparcimiento del general gobernante?
Es muy difícil que logremos saberlo. Al parecer las cuentas sobre ese tipo de gastos se anotan en el hielo y luego resulta imposible obtener el dato para darlo a conocer a la población.
Pero si es posible saber, de eso si se lleva buena estadística y se dice por todos los medios infinidad de veces, que doce horas de bloqueo equivalen al costo de la insulina necesaria en el año para los 64 mil pacientes que en la isla padecen de diabetes. Parece que el bloqueo (embargo) no tiene incidencia en la forma de vida que ejercita el grupo en el poder.
fornarisjo@yahoo.com
El lugar donde se asienta ese coto estatal se denomina El Volcán y está ubicado en la frontera de las dos provincias habaneras. Ahí no sólo hay caballos, sino además aves de varios tipos y otros representantes de la fauna nativa y de otras latitudes.
Los que vieron pasar al general, algo después de las diez de la mañana, rumbo a la Recría, por una calle llamada De los Cocos en el poblado Managua, dicen que llevaba puesto un sombrero claro y una camisa azul, y los muchos escoltas asomaban por las ventanillas de los autos los cañones de los fusiles automáticos.
En Cuba tuvimos otro general-Presidente que de vez en cuando se ponía sombreros: Mario García Menocal. Casualidad, el poblado que sigue al Volcán se llama Menocal.
De ese otro general, que estuvo en el poder de 1913 a 1921, se asegura que utilizaba la cabeza no sólo para llevar el sombrero porque su gestión fue favorable desde el punto de vista económico para la República, aunque también se dice que la situación internacional le fue propicia para obtener sus éxitos.
Para que el general tuviera privacidad o se sintiera seguro, los obreros de la Recría recibieron la orden de comenzar su faena de alimentar a los animales a las cinco de la mañana y de retirarse dos horas después.
No obstante, se pudo conocer que cinco lanchas con varios tripulantes cada una, custodiaron la vía fluvial que pasa por dentro del coto, y que al menos dos decenas de hombres, montados a caballos, recorrían las áreas aledañas al lugar.
A su vez, a partir de las cinco de la madrugada, la estación policial de Managua fue puesta en estado de alerta y su dotación fue reforzada con agentes traídos de otro lugar.
¿Y a qué fue el general a la Recría? Aseguran algunas personas informadas que a recrearse, a pelear gallos.
Según se ha escuchado decir de forma pública durante mucho tiempo, a él y a Guillermo García les entusiasman sobre manera las peleas de gallos de lidia. Gallos finos les dicen en Cuba.
¿Cuánto le habrán costado al país esas horas de esparcimiento del general gobernante?
Es muy difícil que logremos saberlo. Al parecer las cuentas sobre ese tipo de gastos se anotan en el hielo y luego resulta imposible obtener el dato para darlo a conocer a la población.
Pero si es posible saber, de eso si se lleva buena estadística y se dice por todos los medios infinidad de veces, que doce horas de bloqueo equivalen al costo de la insulina necesaria en el año para los 64 mil pacientes que en la isla padecen de diabetes. Parece que el bloqueo (embargo) no tiene incidencia en la forma de vida que ejercita el grupo en el poder.
fornarisjo@yahoo.com
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