La Habana, abril 23 de 2009 (SDP) Miles de efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria con todo el equipamiento disponible, son movilizados diariamente a lo largo de la isla porque las riñas, las agresiones, los atracos y la violencia en general ya forman parte de la vida cotidiana del país.
Muchas de esas fiestas, que suelen realizar los jóvenes para despedir los fines de semanas terminan en riñas, y estas a su vez, con la intervención de la policía o en hospitales, por lesiones.
En la localidad de Managua, en las afueras de la ciudad de La Habana, tuvo que ser suspendida una de estas celebraciones debido a las peleas entre los participantes.
Yurima, de 18 años contó que el primer disgusto lo provocaron dos mujeres, que detenidas por los agentes, fueron conducidas a la estación policial: “Ellas primero comenzaron a decirse cosas y luego se golpearon, entonces se las llevó la policía. Al rato se formaron dos broncas más entre otros muchachos. Se fajan por cualquier cosa, si uno tropieza con otro, ya eso es motivo de disgusto y se van a las manos. Por eso la policía suspendió la fiesta.”
Pero Douglas de 20 años tiene otro criterio sobre el motivo de las riñas y sobre eso comenta: “Es que la gente está amargada, se poner a tomar, muchas veces sin comer, y la reacción es tremenda. Vienen los gritos, las malas palabras y hay que fajarse quieras o no, la ocasión te obliga.”
Aunque portar armas blancas esta penado por la ley, los puños son los que menos intervienen en las peleas, que casi siempre terminan con punzonazos, cuchilladas y machetazos. Al respecto, Douglas comenta: “Hay quien es conflictivo, y busca la pelea y lleva un cuchillo u otra cosa para agredir, pero muchas personas también lo llevan para defenderse de un posible ataque. Sobre todo si hay que salir de noche, si trabajas de madrugada y tienes que andar por esas calles, nadie sabe… hay que estar preparado.”
Carlos de 35 años, es médico del Calixto García en el Vedado Capitalino, afirma que son muy frecuentes los pacientes que ingresan en ese hospital por lesiones: “Durante una guardia es incontable la cantidad de pacientes que son atendidos a consecuencia de heridas por armas blancas y de fuego. Y si son esos fines de semana, cuando hay fiestas o celebran algo, es en verdad alarmante. En ocasiones no tenemos el material quirúrgico necesario para tantos casos.”
Un agente de la policía, quien brinda sus servicios hace años en la capital, consultado al respecto refirió: “Mira tu no pongas mi nombre ahí, pero yo estoy loco por retirarme, porque lo que estoy viendo nunca me lo imaginé. Solo eso puedo decirte.”
Alberto de 45 años, es chofer de ómnibus, afirma que vio matar a un hombre por un litro de leche: “Eso fue hace algún tiempo, el carro venía muy lleno la gente gritaba que parara y otros que para el hospital, después supe que tenía un hombre con una puñal clavado en el pecho, porque al pasar le rompió un litro de leche a otro, quien reaccionó violentamente. Según tengo entendido el agredido murió.”
Muchos son los padres que temen dejar salir a sus hijos en las noches, sobre todo los fines de semana porque afirman que en ese momento la violencia se duplica.
Lourdes tiene hijos gemelos de 20 años. Sobre su preocupación por ellos fuera de la casa comenta: “Ellos son jóvenes y quieren comprarse su ropa y vestirse a la moda. También la familia que está fuera del país le manda ropa. Pues cuando van a salir a cualquier sitio me quedo muy preocupada, porque por quitarle la ropa u otra cosa los asaltan y luego nadie sabe las consecuencias”.
Este miércoles 15, fue encontrado el cadáver de un joven de 29 años en un sitio aledaño a la carretera de Bejucal, en las afueras de la Ciudad de la Habana. De acuerdo con la versión de vecinos de la zona, el occiso conducía una moto junto a una joven de quien se dice está desaparecida, al igual que el vehículo. La policía investiga el suceso.
Las estadísticas del aumento del crimen en Cuba no son ofrecidas por los medios a la población. Es el rumor que corre entre las personas sobre un caso y otro, lo que mantiene en algo la alerta de que no andamos bien.
El gobierno, por su parte, continúa aumentando la represión, la población penal y consecuentemente el número de cárceles. Mientras, la violencia facilita el camino a todo tipo de crimen.
amarilisrey@yahoo.com
Muchas de esas fiestas, que suelen realizar los jóvenes para despedir los fines de semanas terminan en riñas, y estas a su vez, con la intervención de la policía o en hospitales, por lesiones.
En la localidad de Managua, en las afueras de la ciudad de La Habana, tuvo que ser suspendida una de estas celebraciones debido a las peleas entre los participantes.
Yurima, de 18 años contó que el primer disgusto lo provocaron dos mujeres, que detenidas por los agentes, fueron conducidas a la estación policial: “Ellas primero comenzaron a decirse cosas y luego se golpearon, entonces se las llevó la policía. Al rato se formaron dos broncas más entre otros muchachos. Se fajan por cualquier cosa, si uno tropieza con otro, ya eso es motivo de disgusto y se van a las manos. Por eso la policía suspendió la fiesta.”
Pero Douglas de 20 años tiene otro criterio sobre el motivo de las riñas y sobre eso comenta: “Es que la gente está amargada, se poner a tomar, muchas veces sin comer, y la reacción es tremenda. Vienen los gritos, las malas palabras y hay que fajarse quieras o no, la ocasión te obliga.”
Aunque portar armas blancas esta penado por la ley, los puños son los que menos intervienen en las peleas, que casi siempre terminan con punzonazos, cuchilladas y machetazos. Al respecto, Douglas comenta: “Hay quien es conflictivo, y busca la pelea y lleva un cuchillo u otra cosa para agredir, pero muchas personas también lo llevan para defenderse de un posible ataque. Sobre todo si hay que salir de noche, si trabajas de madrugada y tienes que andar por esas calles, nadie sabe… hay que estar preparado.”
Carlos de 35 años, es médico del Calixto García en el Vedado Capitalino, afirma que son muy frecuentes los pacientes que ingresan en ese hospital por lesiones: “Durante una guardia es incontable la cantidad de pacientes que son atendidos a consecuencia de heridas por armas blancas y de fuego. Y si son esos fines de semana, cuando hay fiestas o celebran algo, es en verdad alarmante. En ocasiones no tenemos el material quirúrgico necesario para tantos casos.”
Un agente de la policía, quien brinda sus servicios hace años en la capital, consultado al respecto refirió: “Mira tu no pongas mi nombre ahí, pero yo estoy loco por retirarme, porque lo que estoy viendo nunca me lo imaginé. Solo eso puedo decirte.”
Alberto de 45 años, es chofer de ómnibus, afirma que vio matar a un hombre por un litro de leche: “Eso fue hace algún tiempo, el carro venía muy lleno la gente gritaba que parara y otros que para el hospital, después supe que tenía un hombre con una puñal clavado en el pecho, porque al pasar le rompió un litro de leche a otro, quien reaccionó violentamente. Según tengo entendido el agredido murió.”
Muchos son los padres que temen dejar salir a sus hijos en las noches, sobre todo los fines de semana porque afirman que en ese momento la violencia se duplica.
Lourdes tiene hijos gemelos de 20 años. Sobre su preocupación por ellos fuera de la casa comenta: “Ellos son jóvenes y quieren comprarse su ropa y vestirse a la moda. También la familia que está fuera del país le manda ropa. Pues cuando van a salir a cualquier sitio me quedo muy preocupada, porque por quitarle la ropa u otra cosa los asaltan y luego nadie sabe las consecuencias”.
Este miércoles 15, fue encontrado el cadáver de un joven de 29 años en un sitio aledaño a la carretera de Bejucal, en las afueras de la Ciudad de la Habana. De acuerdo con la versión de vecinos de la zona, el occiso conducía una moto junto a una joven de quien se dice está desaparecida, al igual que el vehículo. La policía investiga el suceso.
Las estadísticas del aumento del crimen en Cuba no son ofrecidas por los medios a la población. Es el rumor que corre entre las personas sobre un caso y otro, lo que mantiene en algo la alerta de que no andamos bien.
El gobierno, por su parte, continúa aumentando la represión, la población penal y consecuentemente el número de cárceles. Mientras, la violencia facilita el camino a todo tipo de crimen.
amarilisrey@yahoo.com
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