jueves, 4 de junio de 2009

REGLA EXCEPCIONAL, Odelin Alfonso Torna.



Arroyo Naranjo, La Habana, Junio 4 de 2009, (SDP) Me cuenta un amigo fanático al béisbol que villaclareños y habaneros, envueltos en la final de la XLVIII Serie Nacional de Béisbol, deberán “conseguir asfaltíl y pintarse los pómulos para amortiguar el bombardeo de radiaciones solares en sus pupilas”.

Sucede que el Play Off final llega al unísono con el llamado al ahorro de energía eléctrica en todo el país.

El inicio de la final entre Villa Clara y La Habana, pronosticada para la noche del jueves 28 de mayo, tuvo que aplazarse para las primeras horas de la tarde del sábado 30, debido al anuncio gubernamental que traza una serie de medidas “excepcionales” para paliar el gasto excesivo de combustible registrado en el primer trimestre del año.

Es la segunda ocasión que los vaqueros de la Habana, piloteados por Esteban Lombillo, topan en una final. La primera fue en la temporada 2004-2005, en la que el conjunto habanero cargó con el subtítulo nacional frente a Santiago de Cuba.

Los vaqueros llegan a la final con seis victorias y ninguna derrota frente a los villaclareños de Eduardo Martín, conseguidas en los 90 juegos de la temporada regular. Sin embargo, en la sumatoria de todas las series de la pelota revolucionaria, los tigres de Villa Clara aventajan a los habaneros 63 juegos ganados por 44.

El deporte no está ajeno a las regulaciones en el consumo eléctrico que se enciman ya sobre sectores estatales y residenciales, aún cuando el colmo de la ridiculez sea prescindir de la luz artificial en apenas 9 innings de un espectáculo beisbolero nocturno.

Si se pronosticaba, como se dijo, un súper average en el consumo eléctrico, ¿por qué se organizaron los juegos del ALBA hace poco más de un mes?
Aún cuando estos juegos acapararon un mínimo de afición, el Estado dispuso de alojamiento de primera para más de 2 mil 300 atletas procedentes de 26 países. Y si a esto le sumamos los recursos de todo tipo que se emplearon en treinta disciplinas oficiales y cuatro en exhibición, con sus sedes dispersas por todo el país, lo de la “crisis” que viene es una curva tirada en la esquinita de adentro.

Creo ver el lado positivo de la medida sin exacerbar en sentido crítico que también, por regla, le corresponde al elenco de sesudos.
Como ya están anunciados los cortes de energía en los horarios de mayor demanda, ¿qué sucedería en las graderías del estadio Sandino de Santa Clara si de repente se apagaran las torres de iluminación?

Me imagino al receptor villaclareño Ariel Pestano al bate, sorprendido por un apagón en la cuenta de 3 Bolas y 1 un Strike.

Y veamos que la regla excepcional no sólo será jugar a las 2 PM bajo “perro sol”, como decimos en buen cubano. El pitcheo no se limitará a los cien lanzamientos establecidos. Según acordaron los managers de ambas selecciones y a petición de la afición, habrá derroche de lances por pitcher abridor.

Que gane el mejor entre Villa Clara y La Habana. Ya la política de Estado ganó en su llamado al ahorro. Ahorra hay que ver que sucede en la práctica. Esa es como la pelota, redonda y viene en caja cuadrada.
odelinalfonso@yahoo.com

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