Ranchuelo, Villa Clara, abril 2 de 2009 (CDP-CP) Después de 21 días de competencia cerró las cortinas el II Clásico Mundial de Béisbol, un evento efectuado en diferentes estadios de los continentes americano y asiático. La selección de Cuba ocupó el sexto lugar. Sorprendentemente la derrota no fue culpa del bloqueo americano y de los imperialistas yanquis.
En el decisivo partido efectuado en el “Dogers Stadium”, de la ciudad estadounidense de Los Ángeles, en el estado de California, los peloteros del Sol Naciente salieron airosos frente a los sudcoreanos cinco carreras por tres en extraining. Según las autoridades políticas cubanas, fue un juego digno de una final de clásico.
La Mayor de las Antillas desarrolló su primera fase en el estadio “Foro Sol” de la capital mexicana. Allí derrotó a Sudáfrica, Australia y México, este último equipo en dos ocasiones. Una segunda etapa se jugó en el “Petco Park” de San Diego. En ese grupo los caribeños perdieron en dos ocasiones frente a los japoneses.
Según el doctor Fidel Castro, los ganadores mostraron un eficiente juego, el cual se basó en su impresionante desempeño técnico táctico, gran disciplina y juego colectivo, apoyado en el aprovechamiento de los errores del contrario y la velocidad de sus jugadores en el eficaz corrido de las bases.
El convaleciente ex - presidente en sus acostumbradas reflexiones tituladas “Los culpables somos nosotros” acotó: “….el conjunto de la isla debe aprender mucho de los peloteros asiáticos”. Y criticó los errores de dirección del plantel cubano calificándola de ineficiente en el juego donde fueron eliminados.
Aseveró el ex - mandatario que en el encuentro contra los japoneses los serpentineros encabezados por el diestro Daisuke Matsuzaka, a la postre el jugador más valioso del torneo, maniataron por completo a los bateadores cubanos, al punto de propinarles la nimiedad de 18 ceros consecutivos entre los dos juegos.
Fanáticos del deporte nacional expresaron que el fracaso estuvo motivado por la falta de una Serie Selectiva, o sea una competencia donde participen cinco o seis equipos y no 18 como ocurre actualmente en la Serie Nacional. Por ello califican de engañosas las estadísticas actuales en comparación con los datos que ofrecen las Grandes Ligas Americanas o asiáticas.
Galio Albelo, ex miembro del equipo nacional de ciclismo y radio oyente del programa “La Explosión de las Doce”, que se trasmite de lunes a viernes por la emisora villaclareña CMHW, refirió que lo ocurrido en el béisbol sucede en la generalidad de los deportes de la isla y que los fracasos están originados por la falta de topes internacionales.
Similar opinión reflejó en la revista “Lux” en el número de Septiembre-Octubre del 2006, nuestro colega Roberto Santana Hernández, en su artículo titulado “Falta de Techo”, donde afirmó que la ausencia de fogueo internacional incidiría en el declive del deporte cubano, tanto en campeonatos centroamericanos, panamericanos, copas del mundo u olimpiadas.
Los narradores oficialistas de radio y televisión Roberto Pacheco, Piti Rivera, Héctor Rodríguez y Modesto Agüero consideran que el fracaso en la pelota de los últimos años se debe a la entrada de los jugadores profesionales desde el año 1999. ¿Pero acaso nuestros peloteros no son profesionales?, ¿Qué otra actividad realizan estas personas que no sea jugar béisbol?
Cierto es que la negativa del gobierno a la inserción de nuestros atletas residentes en el país en clubes extranjeros por atenuar las deserciones es la causa fundamental de los más recientes resultados alcanzados en la esfera deportiva. Ese es el motivo del descenso de haber bajado de los diez primeros lugares del medallero olímpico al escaño 23 en Beijing 2008.
Recordemos los casos de los voleibolistas Yosvany Hernández y Taimaris Agüero o los futbolistas Maikel Galindo y Léster Moré junto con los boxeadores Jean Bartelemí, Yuriolkis Gamboa, Obdaniel Solís así como también el recientemente exiliado Guillermo Rigondeaux quienes emigraron en busca de libertad económica.
Fue inadmisible observar a través de la pantalla del televisor como todos los conjuntos participantes en el II Clásico Mundial de Béisbol contaron con el apoyo de peloteros que integran ligas foráneas. Incluso los que representaron al gobierno de Hugo Chávez Frías, actual difusor del llamado Socialismo del Siglo XXI.
Sin embargo a los catalogados de traidores por el régimen cubano se les negó participar. El elenco no contó con los lanzadores Liván u Orlando “El Duque” Hernández, ni los jugadores Kendry Morales, Duniesky “Riquimbili” Betancourt o Dayan Viciedo, de lo contrario otro gallo cantaría.
Por suerte, esta vez la culpa de la desgracia no recayó sobre el embargo, Obama ni su gabinete.
feregut@yahoo.es
En el decisivo partido efectuado en el “Dogers Stadium”, de la ciudad estadounidense de Los Ángeles, en el estado de California, los peloteros del Sol Naciente salieron airosos frente a los sudcoreanos cinco carreras por tres en extraining. Según las autoridades políticas cubanas, fue un juego digno de una final de clásico.
La Mayor de las Antillas desarrolló su primera fase en el estadio “Foro Sol” de la capital mexicana. Allí derrotó a Sudáfrica, Australia y México, este último equipo en dos ocasiones. Una segunda etapa se jugó en el “Petco Park” de San Diego. En ese grupo los caribeños perdieron en dos ocasiones frente a los japoneses.
Según el doctor Fidel Castro, los ganadores mostraron un eficiente juego, el cual se basó en su impresionante desempeño técnico táctico, gran disciplina y juego colectivo, apoyado en el aprovechamiento de los errores del contrario y la velocidad de sus jugadores en el eficaz corrido de las bases.
El convaleciente ex - presidente en sus acostumbradas reflexiones tituladas “Los culpables somos nosotros” acotó: “….el conjunto de la isla debe aprender mucho de los peloteros asiáticos”. Y criticó los errores de dirección del plantel cubano calificándola de ineficiente en el juego donde fueron eliminados.
Aseveró el ex - mandatario que en el encuentro contra los japoneses los serpentineros encabezados por el diestro Daisuke Matsuzaka, a la postre el jugador más valioso del torneo, maniataron por completo a los bateadores cubanos, al punto de propinarles la nimiedad de 18 ceros consecutivos entre los dos juegos.
Fanáticos del deporte nacional expresaron que el fracaso estuvo motivado por la falta de una Serie Selectiva, o sea una competencia donde participen cinco o seis equipos y no 18 como ocurre actualmente en la Serie Nacional. Por ello califican de engañosas las estadísticas actuales en comparación con los datos que ofrecen las Grandes Ligas Americanas o asiáticas.
Galio Albelo, ex miembro del equipo nacional de ciclismo y radio oyente del programa “La Explosión de las Doce”, que se trasmite de lunes a viernes por la emisora villaclareña CMHW, refirió que lo ocurrido en el béisbol sucede en la generalidad de los deportes de la isla y que los fracasos están originados por la falta de topes internacionales.
Similar opinión reflejó en la revista “Lux” en el número de Septiembre-Octubre del 2006, nuestro colega Roberto Santana Hernández, en su artículo titulado “Falta de Techo”, donde afirmó que la ausencia de fogueo internacional incidiría en el declive del deporte cubano, tanto en campeonatos centroamericanos, panamericanos, copas del mundo u olimpiadas.
Los narradores oficialistas de radio y televisión Roberto Pacheco, Piti Rivera, Héctor Rodríguez y Modesto Agüero consideran que el fracaso en la pelota de los últimos años se debe a la entrada de los jugadores profesionales desde el año 1999. ¿Pero acaso nuestros peloteros no son profesionales?, ¿Qué otra actividad realizan estas personas que no sea jugar béisbol?
Cierto es que la negativa del gobierno a la inserción de nuestros atletas residentes en el país en clubes extranjeros por atenuar las deserciones es la causa fundamental de los más recientes resultados alcanzados en la esfera deportiva. Ese es el motivo del descenso de haber bajado de los diez primeros lugares del medallero olímpico al escaño 23 en Beijing 2008.
Recordemos los casos de los voleibolistas Yosvany Hernández y Taimaris Agüero o los futbolistas Maikel Galindo y Léster Moré junto con los boxeadores Jean Bartelemí, Yuriolkis Gamboa, Obdaniel Solís así como también el recientemente exiliado Guillermo Rigondeaux quienes emigraron en busca de libertad económica.
Fue inadmisible observar a través de la pantalla del televisor como todos los conjuntos participantes en el II Clásico Mundial de Béisbol contaron con el apoyo de peloteros que integran ligas foráneas. Incluso los que representaron al gobierno de Hugo Chávez Frías, actual difusor del llamado Socialismo del Siglo XXI.
Sin embargo a los catalogados de traidores por el régimen cubano se les negó participar. El elenco no contó con los lanzadores Liván u Orlando “El Duque” Hernández, ni los jugadores Kendry Morales, Duniesky “Riquimbili” Betancourt o Dayan Viciedo, de lo contrario otro gallo cantaría.
Por suerte, esta vez la culpa de la desgracia no recayó sobre el embargo, Obama ni su gabinete.
feregut@yahoo.es
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