jueves, 6 de noviembre de 2008

EL ORDEN VIGENTE, José Antonio Fornaris



Managua, La Habana. Noviembre 6 de 2008. (SDP). En un extenso discurso pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el último miércoles de octubre, el canciller del gobierno de Cuba, Felipe Pérez Roque, afirmó que Estados Unidos quiere derrocar “el orden constitucional cubano”.

La oración despierta interés porque los voceros o altos funcionarios del régimen de La Habana no son dados hacer alusión a la Carta Magna de 1976. Entre otras razones, al parecer, porque su violación ha sido permanente.

Recordemos que los cubanos hasta hace pocos meses tenían prohibido acceder como huéspedes a los hoteles de la isla, y la Constitución reconoce esa posibilidad como un derecho ciudadano.

De esa misma forma, está reconocido en la ley de leyes el derecho a establecer residencia en cualquier zona, calle o barrio del país sin ningún tipo de discriminación, sin embargo existen las llamadas “zonas congeladas” donde sólo es posible residir con una autorización expresa del Ministerio del Interior. Cientos de ciudadanos cada mes son sacados de La Habana y obligados a regresar a sus provincias de origen.

Pero además, el orden constitucional al que hizo referencia Pérez Roque es el que permite que el Partido Comunista esté por encima del Estado y de toda la población cubana.

Ese orden es el que ha permitido que los hermanos Castro se hayan mantenido en el poder de forma vitalicia por medio siglo. Ese orden es fundamental para que exista en Cuba la segregación política, reflejada de manera nítida en toda la estructura de poder donde sólo están los comunistas aunque representan en su totalidad menos del diez por ciento de la población del país.

Gracias a ese orden Pérez Roque es canciller, porque al ser nombrado se informó de manera oficial que había sido escogido para el cargo por ser quien “mejor interpreta el pensamiento del Comandante en jefe” (Fidel Castro).

Pérez Roque se refirió también a los “Cinco Héroes prisioneros del imperio” condenados por espionaje en Estados Unidos. Aseguró que “son un símbolo de la determinación de nuestro pueblo de defender con dignidad su libertad e independencia”.

Dos de esos cinco héroes, Antonio Guerrero y René González, son ciudadanos estadounidenses por nacimiento, y la Constitución de la isla no reconoce la doble ciudadanía. Ahí el orden constitucional tampoco funciona.

José Martí, el cubano de mayor estatura internacional, reconocido como el Apóstol de nuestra independencia, aseguró desde Nueva York en 1882: “Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos”



Si a eso le unimos su aseveración, experimentada por los cubanos desde hace decenios, de que “siempre es desgracia para la libertad que la libertad sea un partido”, tendremos una idea aproximada del tipo de “orden constitucional” al que hizo referencia el ministro Pérez Roque.

Es un “orden” que sirve de pretexto para mantener a un grupo en el goce excesivo de todo tipo de privilegios y a la inmensa mayoría de los cubanos en el dolor innecesario.
fornarisjo@yahoo.com

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