Jaimanitas, La Habana, 2 de julio del 2009, (SDP) El día 10 de Junio, en la prisión Combinado del este, a varios kilómetros en las afueras de la capital cubana, el preso político Arturo Suárez Ramos se declaró en huelga de hambre.
La causa que obligó a que protestara de esta forma, fue la exigencia por parte de las autoridades del penal a que vistiera las ropas de recluso.
Al saber de la actitud asumida por su hijo, su madre Isabel Ramos Martínez, vecina de 240 entre A y B, en Jaimanitas, inició un ayuno permanente a base de líquidos y ha responsabilizado a la Seguridad del Estado con lo que le suceda a su hijo Arturo. También ha llenado las paredes de su casa con consignas que reclaman la libertad de su hijo y de todos los presos políticos.
Su humilde vivienda es el arquetipo de cómo viven la mayoría de las familias de los presos políticos cubanos. Ahogo económico, limitación existencial, un camastro, un par de sillas, una tabla sobre ladrillos como banco para las visitas y esa monumental tarea de sobrevivir para continuar sosteniendo al hijo, al esposo, al padre, que por sus ideales y convicciones fueron arrancados un día de su hábitat, del calor del hogar, del cariño de sus seres queridos, de la comodidad y el resguardo, para ser sepultados en la fría oscuridad del calabozo.
Cuenta Isabel que en el año 1991 ayudó a fundar el Comité de Madres Pro Amnistía de los Presos Políticos “Leonor Pérez”. En 1994 las autoridades de la prisión recrudecieron las pésimas condiciones carcelarias de su hijo, cuando éste intentó sacar del recinto una sábana con las firmas hechas con sangre de todos los presos políticos. Pensaban enviarla a España, a una reunión del Consejo de Derechos Humanos.
En el 2002 el disidente Elizardo Sánchez Santacruz, Presidente del Comité de Derechos Humanos de Cuba, les sugirió al Comité de Madres “Leonor Pérez” que escogieran la iglesia de Santa Rita, en la Quinta avenida, como lugar de reunión todos los domingos y que realizaran “caminatas” por esa importante vía, itinerario obligado de los máximos dirigentes de la revolución. En aquellos tiempos las madres del Comité “Leonor Pérez” vestían sayas negra y blusas blanca, el negro representando el luto y el dolor de los familiares queridos enclaustrados en las cárceles comunistas. El blanco la pureza de sus ideales.
A raíz de las encarcelaciones en Marzo de 2003 de 75 opositores y periodistas independientes, conocido como La Primavera Negra, las madres, hijas y esposas de los encausados también acudieron a la iglesia de Santa Rita ha reclamar justicia. Fundaron un movimiento pacifista conocido como La Damas de Blanco, por el color de su vestuario. Comenzaron a desarrollar actividades y vigilias para reclamar la libertad de sus familiares, llamando la atención del resto de mundo. Sus caminatas y vigilias la han extendido hasta otros municipios de la capital.
--El Comité de Madres Pro Amnistía de los Presos Políticos “Leonor Pérez” ha quedado como un grupo de apoyo a Las Damas de blanco --dice Isabel Ramos, inconforme con esta denominación --. Nos llaman “Damas de apoyo”. Pero creo que este movimiento en defensa de nuestros seres queridos debe ser una agrupación de todas las fuerzas de la oposición y no estar suscrito solamente a las familias de La Primavera Negra. ¿Cuándo salga en libertad el último preso de los 75, entonces se acaban Las Damas de Blanco?
A su ayuno se unió recientemente Miguel López Santos, miembro del frente de línea dura del Partido 30 de Noviembre. Varios vecinos de Jaimanitas, simpatizantes con la causa enarbolada por esta madre la visitan a diario en su humilde vivienda. En el tiempo que permanecen con ella la acompañan en el ayuno.
Arturo Sánchez Ramos cumple una sanción de 30 años y lleva extinguidos 22. En el momento de redactar este artículo no se sabía nada de él. Las últimas noticias recibidas por Isabel eran que se encontraba en la enfermería del penal. Tal vez recluido por el deterioro progresivo de su salud ante la falta de alimentos.
beilycorrea@yahoo.es
La causa que obligó a que protestara de esta forma, fue la exigencia por parte de las autoridades del penal a que vistiera las ropas de recluso.
Al saber de la actitud asumida por su hijo, su madre Isabel Ramos Martínez, vecina de 240 entre A y B, en Jaimanitas, inició un ayuno permanente a base de líquidos y ha responsabilizado a la Seguridad del Estado con lo que le suceda a su hijo Arturo. También ha llenado las paredes de su casa con consignas que reclaman la libertad de su hijo y de todos los presos políticos.
Su humilde vivienda es el arquetipo de cómo viven la mayoría de las familias de los presos políticos cubanos. Ahogo económico, limitación existencial, un camastro, un par de sillas, una tabla sobre ladrillos como banco para las visitas y esa monumental tarea de sobrevivir para continuar sosteniendo al hijo, al esposo, al padre, que por sus ideales y convicciones fueron arrancados un día de su hábitat, del calor del hogar, del cariño de sus seres queridos, de la comodidad y el resguardo, para ser sepultados en la fría oscuridad del calabozo.
Cuenta Isabel que en el año 1991 ayudó a fundar el Comité de Madres Pro Amnistía de los Presos Políticos “Leonor Pérez”. En 1994 las autoridades de la prisión recrudecieron las pésimas condiciones carcelarias de su hijo, cuando éste intentó sacar del recinto una sábana con las firmas hechas con sangre de todos los presos políticos. Pensaban enviarla a España, a una reunión del Consejo de Derechos Humanos.
En el 2002 el disidente Elizardo Sánchez Santacruz, Presidente del Comité de Derechos Humanos de Cuba, les sugirió al Comité de Madres “Leonor Pérez” que escogieran la iglesia de Santa Rita, en la Quinta avenida, como lugar de reunión todos los domingos y que realizaran “caminatas” por esa importante vía, itinerario obligado de los máximos dirigentes de la revolución. En aquellos tiempos las madres del Comité “Leonor Pérez” vestían sayas negra y blusas blanca, el negro representando el luto y el dolor de los familiares queridos enclaustrados en las cárceles comunistas. El blanco la pureza de sus ideales.
A raíz de las encarcelaciones en Marzo de 2003 de 75 opositores y periodistas independientes, conocido como La Primavera Negra, las madres, hijas y esposas de los encausados también acudieron a la iglesia de Santa Rita ha reclamar justicia. Fundaron un movimiento pacifista conocido como La Damas de Blanco, por el color de su vestuario. Comenzaron a desarrollar actividades y vigilias para reclamar la libertad de sus familiares, llamando la atención del resto de mundo. Sus caminatas y vigilias la han extendido hasta otros municipios de la capital.
--El Comité de Madres Pro Amnistía de los Presos Políticos “Leonor Pérez” ha quedado como un grupo de apoyo a Las Damas de blanco --dice Isabel Ramos, inconforme con esta denominación --. Nos llaman “Damas de apoyo”. Pero creo que este movimiento en defensa de nuestros seres queridos debe ser una agrupación de todas las fuerzas de la oposición y no estar suscrito solamente a las familias de La Primavera Negra. ¿Cuándo salga en libertad el último preso de los 75, entonces se acaban Las Damas de Blanco?
A su ayuno se unió recientemente Miguel López Santos, miembro del frente de línea dura del Partido 30 de Noviembre. Varios vecinos de Jaimanitas, simpatizantes con la causa enarbolada por esta madre la visitan a diario en su humilde vivienda. En el tiempo que permanecen con ella la acompañan en el ayuno.
Arturo Sánchez Ramos cumple una sanción de 30 años y lleva extinguidos 22. En el momento de redactar este artículo no se sabía nada de él. Las últimas noticias recibidas por Isabel eran que se encontraba en la enfermería del penal. Tal vez recluido por el deterioro progresivo de su salud ante la falta de alimentos.
beilycorrea@yahoo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario