jueves, 6 de agosto de 2009

LA COMISARIA, Aleaga Pesant



El Vedado, La Habana, 6 de agosto de 2009, (SDP) Ariel Sigler Amaya fue trasladado a un hospital civil de La Habana, por la gravedad de su enfermedad. En ese momento, una importante personalidad de la Unión Europea llegaba a la ciudad, procedente de México.
El avión donde viajaba la Comisaria Benita Ferrero, aterrizó el pasado jueves 23 de julio en horas de la tarde, para una visita de ocho horas. Era el colofón de una gira hecha por América Latina y comenzada en Buenos Aires, Argentina. En Suramérica abogó por profundizar el diálogo político del bloque suramericano con la isla.

En la capital de todos los cubanos, la funcionaria fue recibida por el representante en la isla de la Unión Europea, el Encargado de Negocios Javier Niño y empleados de la cancillería. El diario Granma se hizo eco, al día siguiente, de las cordiales relaciones con la visitante y de las reuniones con el Canciller Bruno Rodríguez, el Ministro de Comercio Exterior Isidoro Malmierca y el Viceministro de Cultura Rafael Bernal. Como parte del diálogo, ella misma hizo público “sentirse muy satisfecha” con la visita.

Al diplomático Niño le pareció luego de despedir a la comisaria que ambas partes mostraron un espíritu constructivo y que la visitante estaba muy satisfecha y contenta ya que todo había salido muy bien… Esas declaraciones no las publicó el Granma.

A los representantes de la dictadura, Benita manifestó el interés de la UE en la profundización del diálogo político existente y en el establecimiento de un marco contractual entre las dos partes que ayude al desarrollo futuro de las relaciones. Para no quedar atrás, Bruno Rodríguez reiteró el interés de su gobierno para que se elimine la Posición Común, a la que llamó unilateral e injerencista, impuesta por el Gobierno español de José María Aznar, en 1996 a instancias, según el Canciller de la dictadura, del Gobierno de los Estados Unidos, de William Clinton.

El diario oficial, Granma, apunta que en los encuentros posteriores con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez, el Viceministro de Comercio Exterior Marcelino Medina y el Viceministro de Cultura, se examinó la marcha de los diferentes proyectos de cooperación existentes y se analizaron posibles acciones futuras sobre temas de interés.

Según el diario el Nuevo Herald, de Miami, el viaje de Ferrero a Cuba se relaciona con que pronto dejará la Comisaría Europea y aspira a ser la Secretaria General de la UNESCO (Oficina de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura). Para ocupar el nuevo puesto, la furtiva visitante necesita la ayuda de La Habana para con su apoyo influir en las votaciones. En medios diplomáticos internacionales se reconoce la profesionalidad de los diplomáticos del gobierno y se consideran verdaderos expertos en los mecanismos internacionales para obtener los votos de los países africanos, latinoamericanos y asiáticos.

En los foros de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura), el PNUD (Programa e las Naciones Unidas para el Desarrollo), la PMA (Programa Mundial de Alimentos) y sobre todo en la CDH (Comisión de Derechos Humanos) los diplomáticos del régimen hacen gala de su poder blando en las votaciones.

Quizás por eso, en Buenos Aires, Benita dijo que el gobierno de Cuba da pasos positivos para un diálogo franco en el que se podrían abordar temas de interés común, entre ellos el de derechos humanos.

Esos argumentos se contradicen con los de la Unión Europea que el pasado junio, durante hizo la revisión anual de sus relaciones con el gobierno militar, insistieron en la falta de avances en materia de derechos humanos. Es mas, la última reunión del Consejo de la Unión, el 16 de junio de 2009, señalaba que insistía en los contactos con la “oposición pacífica prodemocrática”, lo que la comisaria eludió.

De la reunión de junio de los 27 salió un documento considerado de los más críticos hacia La Habana, donde se dice entre otras cosas “que la UE insiste en la política de contactos con la oposición democrática y que en las visitas de alto nivel deberían abordarse sistemáticamente las cuestiones de los derechos humanos y deberá reunirse con la oposición pacifica democrática”.

Benita Ferrero estuvo en la Habana, pero ausente al encuentro con la nación cubana, no puso su granito para salvar a Ariel Sigler Amaya. Sus intereses personales pesaron más que sus responsabilidades internacionales. Se sumó a la cofradía de Luis Michel, Miguel Moratinos y John Ziegler, los cómodos interlocutores de la monarquía de los Castro.
aleagapesant@yahoo.es


1 comentario:

Maria dijo...

Julio, he encontrado este artículo tuyo trasteando por Internet mientras investigaba el extraño comportamiento de Benita Ferrero y me he quedado boquiabierta. Esta elegante señora tiene mucho protagonismo en la celebración de los Bicentenarios de las Repúblicas Americanas que el gobierno español patrocina junto con los 8 grandes países latinoamericanos, cuyo "embajador plenipotenciario" es el taimado Felipe Gonzalez. La he visto retratada con él en varias ocasiones. Seguiré el caso y ya te mandaré algo.
Un abrazo.
Maria Benjumea.
PD: Siento haber equivocado tu nombre la última vez. Demasiados emails.